Hasta hace poco cuando hablábamos de brecha digital se usaban métricas de penetración de internet, cantidad de dispositivos o líneas de datos de ADSL entre la población, cantidad de personas que decían haber utilizado internet en el último mes. Esto hace rato que ha quedado atrás. En el mundo muchas cosas han cambiado y no es raro encontrar números bastante altos de porcentaje de líneas móviles en países africanos, donde un móvil con una conexión es algo básico para la supervivencia.
La brecha digital también se transforma, y ahora el precipicio se abre entre las formas en las que usamos la red unos y otros. Incluso en países donde casi todos tenemos internet, un grupo de la población, el de las personas mayores, se está quedando afuera y reclaman su inclusión.
El primer estudio con análisis masivo de datos de telecomunicaciones de un país entero, europeo, desarrollado, revela que con un acceso igualitario hay dos grandes grupos de comportamiento en la red, que sobre todo, están relacionados fuertemente con la renta media y el nivel educativo de la población. Cuando leí el estudio, enseguida me puse en contacto con dos de sus investigadores, Esteban Moro e Iñaki Úcar, para hacerles muchas preguntas. "Nosotros vimos que no todos veían la misma internet", me dijo Esteban.
Casi todo lo he dejado anotado en este reportaje para Newtral. [Archivo]