Un puente como un campo de refugiados, esa es la imagen de la Caravana Migrante. Cuatro mil personas que esperan sobre un puente de un kilómetro en Guatemala, en la frontera, que les den paso a México. Les han dicho que lo harán a las 7 de la mañana. Algunos se tiran al agua, 20 metros hacia abajo.
Alberto Arce pide informar correctamente sobre este tema y advierte que estamos llamando migrantes a quienes son refugiados, a quienes huyen de la violencia, de las fauces de la muerte. He recordado a los héroes que salvan vidas en el Mediterráneo, cuando Óscar Camps y Laura Lanuza nos contaban lo que habían vivido en Lesbos, y se me ha venido a la mente esta poesía de Warsan Shire:
no one leaves home unless
home is the mouth of a shark
…
you have to understand,
that no one puts their children in a boat
unless the water is safer than the land