Las fotos antiguas tienen esa dimensión mágica de trasladarnos, de hacernos encontrar con la persona que fuimos y preguntarnos qué nos diríamos si coincidiéramos en espacio y tiempo, con ese otro que sigo siendo yo. Yo lo he pensado muchas veces; es extraño y también fascinante sentir que una ha cambiado muchísimo, ha vivido muchas vidas, y aun así sigue siendo la misma.
A los 3 años me tomaron esta foto, y es la que elegí a pedido de Dave, que tiene un blog, Fotos de Tiempos Pasados, donde colecciona justamente eso. Me escribió para pedirme una, que publicó con mis respuestas a dos preguntas que me hizo:
¿En el tiempo que fue tomada la foto que pensabas a lo que te dedicarías a la edad que tienes ahora?
– Ni ahí, ni durante varios años después se me hubiera ocurrido que iba a dedicarme a todas las cosas que me dediqué después. Al año siguiente a esa foto, cuando tenía 4, aprendí a leer, y prácticamente no he parado desde entonces. Creo que también surgió lo de escribir y por eso la gente me preguntaba si iba a ser periodista, pero me acuerdo que quise ser mil cosas antes de eso: astronauta, actriz, fotógrafa, entre otras.
¿Un deseo para el futuro?
– Que el futuro siga siendo siempre ese lugar donde las esperanzas superan a los pronósticos negativos… que haya lugar para la creación, para el desarrollo libre de las capacidades de todos, y esto tanto para mí como para el resto de seres del planeta. Que cada uno pueda hacer lo que quiera, que se anime a explorar y que el miedo no ocupe tanto lugar.