Esta semana estuve en el nuevo SIMO, la cita tecnológica de Madrid. La edición del año pasado se canceló en vistas de una crisis que entonces empezaba y que este año ya no sirve de excusa. El regreso del SIMO este año hubiera sido decepcionante si hubiera tenido alguna expectativa puesta en él.
Fui el primer día: colas inmensas y retrasos para que entren pocos asistentes; azafatas que no sabían dónde eran las conferencias, y mostradores de información que no tenían planos del evento para saber dónde estaba cada stand, ni tenían esa información. Está bien, puedo haber tenido mala suerte, pero pregunté a unas 10 personas que estaban trabajando en el lugar.
No había wifi gratuito para visitantes y el que se ofrecía, de pago, costaba 6 euros la media hora. Nadie sabía que había una zona dedicada a bloggers (nadie en los mostradores de información), a pesar que fue muy promocionada en las abundantes notas de prensa que venían mandando. Cuando la encontré por fin, no había ningún blogger. Y era poco más que un banquito (gracias Alberto Aranda por la foto).
Poco tengo que agregar a lo que dijeron Delia para Soitu o Rosa para El País. Tuve la misma sensación: me aburrí.
Muy mal que hagan este tipo de cosas, sobre todo si promocionan tanto el evento, como comentas. En México habrá un «Festival Internacional de Artes Electrónicas y Video Transitio_mx 03 titulada Autonomías del desacuerdo», ojalá y no pasen estas cosas. Y la foto, jaja, está cómica y el fotógrafo tomó un buen ángulo.
NUEVO POST: «La tecnología que todo geek y tecnólogo quisiera tener – 3 – TERMINATOR»… ¡saludos!