Cumple 25 años el juego que puso nombre a un efecto en nuestra mente. Hemos sentido eso: cuando dejas el juego y los muebles, los árboles, las nubes, empiezan a acomodarse a las formas y visualizas esa pieza que ordenaría todo el conjunto. Nunca he sido una gamer, pero el juego en el que, con diferencia, he dejado más horas ha sido el Tetris.
Alexey Pajitnov, su creador, que alguna vez describió el juego como una música que cantas una y otra vez y nunca termina, contaba entre risas: «You can’t imagine. I couldn’t finish the prototype! I started to play and never had time to finish the code.» (No te lo puedes imaginar. ¡No podía terminar el prototipo! Empezaba a jugar y nunca tenía tiempo para terminar el código».
Google le ha dicho feliz cumpleaños y yo dejo aquí el Korobeiniki, una de las canciones que fue su banda sonora, en blip.fm, en goear y en spotify, versión rock.
Foto: Peter de Krom
Un juego único, definitivamente. Es increíble que las superproducciones de hoy aún no puedan superar todo el divertimento que otorga un simple Tetris.