El III Congreso de Nuevo Periodismo terminó ayer en Cáceres con varias reflexiones interesantes surgidas más que en los discursos de los ponentes, en los debates posteriores, sobre todo en los cafés y los pasillos, como suele suceder.
Me perdí gran parte de las conferencias porque iba y venía a la cabina de control y al plató, pero algunos debates interesantes trascendieron la sala de ponencias:
– Periodistas vs. bloggers: Plantearlo como una dicotomía es totalmente anacrónico, el futuro está en los buenos contenidos, vengan de donde vengan y sin necesidad de etiquetas. El periodismo que estaba en decadencia, tiene que aprovechar las críticas de los bloggers y las nuevas herramientas para evolucionar y recuperar la pasión por la verdad.
– Envíame los contenidos y yo cobro por ellos: Chus del Río, jefe de contenidos de PRISACOM, y Koro Castellano, Directora de Internet de Unidad Editorial de ElMundo.es, criticaron que los estudiantes de periodismo en Pamplona no hubiesen mandado fotos al periódico masivamente, con una herramienta de participación por la que los SMS les costaban 1,5 euros. Como observó Antonio Delgado, las fotos estaban, pero en Tuenti y en medios locales, donde la gente participa de la comunidad de una forma en la que ellos no lo están logrando.
– ¿Periodismo? ciudadano: El término periodismo ciudadano no es correcto, y ya lo sabíamos: la tecnología no es lo que hace a un periodista. Es mejor hablar de participación ciudadana o de cronistas ciudadanos, en tanto todos emitimos información.
– Ignacio Escolar: No pude asistir a su charla, pero mucho hablaron de ella después. Nacho me ha enseñado mucho de periodismo y blogs y creo que fue el primer blog en el que comenté hace años. Fue un placer conocerle, aunque fuera trajeado. Algún afortunado hasta pudo hacerse la foto con la genial portada de Público de ese día.
– El fracaso de las mesas redondas: Los mejores momentos de las conferencias se dieron en los turnos de preguntas, que fue cuando un público especialmente activo quería preguntar y participar. Los corrillos, los cafés y las charlas informales fueron sin duda el lugar donde realmente se habló de nuevo periodismo, lejos de discursos de algunos ponentes que se limitaron en general a contarte lo bueno que es su proyecto y lo bien que irá.
Foto de Luis Carlos Díaz
Los Príncipes
Saludaron a los bloggers y Letizia se detuvo unos 15 minutos a charlar con nosotras. Nos dijo que no leía blogs, ni navegaba por internet por falta de tiempo y que abría el email por ejemplo cada tres meses. Que su vida era muy ocupada, con el trabajo y las niñas, y que cuando tenía algún minuto libre lo dedicaba a jugar con sus hijas. Le preguntamos si no extrañaba la profesión y dijo enseguida «No, en absoluto». Su frase fue: «Tengo un trabajo hermoso, unas hijas maravillosas y un marido estupendo, qué más puedo pedir?».
El Príncipe contó que hacía 10 años en la Casa Real hubo una propuesta de tener una página web pero en ese momento se desechó, y que no tendría blog porque «hay cosas que no se pueden contar». Sí, era el mismo que animaba desde el estrado a utilizar las nuevas tecnologías.
Wifi
No puedo obviarlo. La falta de conexión fue lo primero que se conoció del Congreso, y creo que ensombreció bastante lo que podría haber sido la difusión del evento y la participación inmediata que tanto enriquece en estos casos. El problema se solventó de a ratos y la conexión no fue totalmente fluida.
El streaming que tenía una conexión propia de 2Mb también dio algunos problemas al principio, que se solucionaron tirando de una conexión 3G.
Queda demostrado que los bloggers preferimos menos estrellas en un hotel y que el acceso a internet es clave para el éxito de este tipo de eventos.
Cuentan más y mejor:
Lolacomomola: Cosas que aprendí en Cáceres (o la contracrónica del congreso)
Alicia Baidal: Sobredosis en tierra extremeña
Borja Ventura: Nuevo periodismo sin nuevo y sin periodismo
Javier Barrera: ConCluCa
El Congreso en fotos: Mi set en Flickr
[Update: Los congresos 1.0 han muerto, ¿nos atrevemos con los 2.0?]
Obviamente no estuve allí y mis opiniones vendrían ya teñidas por las de quien leo pero no puedo dejar de ver en estas cosas una falta de conexión con el tema tema que se pretende dar que, por lo menos, asusta.
El problema, tal vez, sea que el «Nuevo Periodismo» rompe tantas costumbres y lugares comunes del periodismo tradicional que cuesta mucho congeniar los dos sin sacrificios, y por lo general los sacrificios se le piden a los nuevos que llegan y no al revés.
Recuerdo como hace muchos años fui a uno de los primeros «congresos de Internet» (d.w., después de la web) y la sensación ya era así. Mucha gente muy ilusionada por todo el potencial pero incapaz de comunicarse con la gente que más beneficio podía ver en estas tecnologías emergentes.
El periodismo es uno de los mundos mas añejamente tradicionales que existen (superado tal vez sólo por la política, los puestos de trabajo en gobierno y los restaurantes de comida italiana de pequeños pueblos en Padua). Existe una estructura jerárquica clarísima no sólo en el trabajo sino en el «respeto» y en la dirección en que fluyen las acciones.
Las nuevas propuestas proponen poner todo de cabeza. Quitan filtros y validaciones, quitan el poder absoluto del editor por el que el reportero (gráfico, textual o testimonial) debe dar gracias de ser sometido.
Cosas como que no haya WiFi o que se espere que los «reporteros ciudadanos» paguen dinero por proveer a los medios de material muestra esta incapacidad de reconocer el cambio y las nuevas reglas.
En transmetropolitan (Warren Ellis y Darick Robertson, 1997-2002), un cómic futurista que, entre otras cosas, gira sobre la evolución de los periodistas y la «prensa» (alejada, más que nunca, de las raíces que la palabra tiene), tiene un concepto que también se sugiere en The Diamond Age (Neal Stephenson, 1995). Proveer información, en estos «mundos futuros» es algo que cualquiera puede hacer, en la medida y extensión que quiera y por lo que recibe remuneración.
En estas historias esta remuneración está directamente asociada al uso y reuso de ese material y a la «calidad continuada» de quien lo provee y no se limita solamente a fotos. En Transmetropolitan se puede ver gente con múltiples cámaras y micrófonos, intentando maximizar las capturas (y por lo tanto la remuneración posible) y en Diamond Age el concepto se extiende a todo tipo de servicios (traducciones, narraciones, transcripciones) que están constantemente ofreciéndose y vendiéndose al mejor postor (mejor no siempre significa el más barato).
Ese cambio costará mucho y tal vez nunca se de, pero las semillas hace tiempo que han sido depositadas. Los blogs son una fuente no oficial de muchas notas periodísticas (aunque sea sólo como detonador y después de mucho reescribir para que la fuente no sea obvia) y empiezan a plantearse retos legales interesantes con respecto a fuentes de información alternativas como Flickr o Youtube.
El paso más importante, a mi parecer, se ha tomado ya. Compañías como AP han sacado versiones del iPhone de sus lectores de noticias y han apuntado a desarrollos existentes, hoy en día, para proveer a cada terminal que así lo quiera la capacidad de enviar contenido (fotos, video, texto) que tras ser revisado se vuelve la fuente de las noticias y la información. Es irónico que sea AP News quien ha dicho esto, considerando que ha tenido más de un encontronazo con blogs y asignación de créditos en el pasado pero tal vez sea una primera señal.
Sweeble podría ser otra indicación de cómo puede que se de la selección de «contenido» en noticias en el futuro. Sitios tipo «Digg» donde los usuarios votan el contenido que vale la pena y podan la «paja». Sitios como Newsvine podrían usar esto para seleccionar que entra y qué no.
Ya vemos incluso a agregadores de noticias como News.google.com considerar blogs y foros como fuentes posibles de noticias.
Ojalá sepamos verlo y aprovecharlo.
Una pena que los ponentes continúen mirándose el ombligo y no tengan un poco de humildad para mostrar sus carencias.
Hay muchas cosas que no saben y muchas tecnologías que les han sobrepasado…
estupenda la identificacion de bloguero