Esta semana recibimos un email de Biz Stone donde nos cuenta que, por ahora, se acabaron los sms gratuitos para usuarios de Twitter. Esta compañía en junio ya tenía, según comScore, 3 millones de usuarios mensuales (el triple de lo que tenía en noviembre) y los periodistas siguen intentando sonsacarle al trío cualquier pista sobre su modelo de negocio.
El hecho de poder enviar y recibir tweets en el móvil era uno de los atractivos principales de Twitter y el que los distingue de todos los sucedáneos que han surgido. Jack dice ser un fan de los sms y considera que es lo que realmente puede unir los dos mundos: online y offline, porque te ayuda a despegarte del ordenador y aún así seguir conectado.
De todas maneras, Twitter continúa manteniendo su servicio de postear mediante sms. Lo que se suspende es la recepción de las alertas, que cuesta mil dólares al año por usuario a Twitter, porque en Europa por ejemplo, el coste de un sms recibido no recae en el receptor, como en EE.UU. sino en el que lo envía. Twitter ha estado intentando llegar a un acuerdo con operadoras de los distintos países pero sólo lo ha logrado con Canadá, India y los EE.UU., lugares donde mantienen el servicio de recepción de mensajes.
El día del anuncio de los SMS volvieron a alzar las voces muchos usuarios que piden un servicio de pago. Esto, que podría ser un canto de sirenas para muchas empresas, no es considerado por el trío de Twitter. En una entrevista que dieron a Wired, se muestran reacios a decepcionar a la base de usuarios frecuentes de Twitter, que ha crecido acostumbrada a un servicio libre de publicidad.
A cambio, se muestran tranquilos y dicen que con el dinero que tienen en el banco, su prioridad no es decidir el modelo de negocio sino hacer que Twitter funcione bien.
Jack Dorsey, CEO, dice sobre el tema en otra entrevista a CNN Money: «un montón de personas tiene ideas sobre cómo monetizar esto, y nosotros también».
Dejando de lado la posibilidad de cobrar a los usuarios, una posible pista podría ser la compra de Summize, un buscador creado solamente para buscar entre tweets, cuyos términos no se han revelado. Summize podría actuar de la misma manera en que Google pone anuncios relevantes a la búsqueda. Los anunciantes podrían usar Twitter como una plataforma de distribución hacia aquellos que hubieran aceptado voluntariamente ser tuiteados (opt-in).
También se menciona la posibilidad de cobrar a grandes empresas por mantener un canal en twitter, que en varios casos (mencionan a Dell) se empiezan a mostrar como un canal clave en la comunicación con los clientes.
Lo que hace muy grande a Twitter es lo que TechCrunch acertadamente ha calificado como su outstanding audience (una audiencia, un público fuera de serie), y para mí está claro que no quieren arriesgarse a perderlo embarcándose en el primer modelo de negocio que se les ocurra.
Tienen que ir con mucho cuidado. Un paso en falso en la monetización y lo que hoy es una mina mañana puede ser una ruina. Un ejemplo local a menor escala, Zattoo.