Un periódico inglés ha publicado ayer una foto de quien dicen que sería Banksy. Su portavoz, consultado por la BBC, dijo: «Recibo estas llamadas todo el tiempo. Diré lo que siempre digo: nunca confirmo ni niego estos rumores».
El ser anónimo es sin dudas una seña de identidad de Banksy, una forma de que sea su obra la que tenga relevancia. Una vez me comentaron que se dice que ni siquiera se sabe si es una sola persona, que probablemente sean varios. Inevitablemente hay mucho de leyenda urbana.
Banksy siempre ha dicho que no quiere salir de su anonimato, lo único que desea es dibujar imágenes bonitas. Qué manía de la gente con poner caras y nombres y entrar en la vidas privadas. Seguro que es un tipo común. Lo grandioso es su obra.
foto por canonsnapper
Links
Banksy – website
Banksy – Wikipedia EN
Entrevista a Banksy en Swindle (EN)
Así es. Interesante. Por recomendación de un amigo común, he llegado a este blog. Me gusta.
Y lo mismo pasa con J. D. Salinger o Thomas Pynchon. Pero en el caso de Salinger, llegaron al punto de robarle correspondencia y espiarlo para dar con su refugio.
En 2666, Bolaño narra las historias de cuatro (¿o eran cinco?) críticos literarios europeos que viajan hasta México para dar con su autor admirado y anónimo basándose en rumores.
Ahora, es raro en una sociedad donde todos somos de alguna manera anónimos, desconocidos. Caras reemplazadas por avatares, vecinos de piso que oímos pero nunca vemos… Entonces ¿por qué molestar al que no quiere ser molestado?
Creo que por perversidad, por morbo. Como pegar carteles donde dice que está prohibido. Schadenfraude.