Beta, de Mi Madre es Idiota lee una entrevista a Obama en Esquire [negritas mías]:
Dice que se crió rodeado de mujeres y, como todos sabemos, eso solo puede convertirte en dos cosas: gay o buena persona (o ambas). Le preguntan cuáles son sus prioridades políticas y responde: Acabar con la guerra de Iraq, cerrar Guantánamo y ofrecer a los prisioneros un marco legal para que sean juzgados, organizar una cumbre con el mundo musulmán, y estar en la cabeza en la lucha contra el cambio climático, el desarrollo y la no proliferación nuclear.
(…) Me gustaría comenzar con la retirada de tropas de Iraq lo más pronto posible, al ritmo de una o dos brigadas al mes. Pero con el fin de demostrar un cambio real en la política exterior de los Estados Unidos. Yo quiero dialogar directamente con países como Siria o Irán. Nunca conseguiremos estabilizar la región si no hablamos directamente con el enemigo, aunque estemos en desacuerdo profundo con algunos, hay que hablar con ellos directamente.
Y mientras tanto aquí, algunos se empeñan en convertir la palabra diálogo en una palabra maldita.
El diálogo es una palabra maldita porque el diálogo vence al miedo. Si hablas, conoces; si dialogas, hay un riesgo de empatía. Y si hay empatía ya no hay miedo. Pero el miedo permite el control, y el discurso del miedo no se lleva bien con el discurso del diálogo…
Tenía pendiente de leer este post en el reader desde hace unos días y hoy lo he leido, me ha gustado, sobre todo el último párrafo.
Nunca he entendido como alguien puede hacer del NO al diálogo su objetivo y me alegro de que tanto en USA, como aquí haya gente que haga lo contrario, SI al diálogo con cualquiera.
Siempre hay algo que ganar acercando posiciones y, si no es posible acercarlas, bueno, pues te quedas como estabas, pero al menos lo has intentado. Descartar la posibilidad de dialogo de antemano me parece de una gran debilidad moral.