Un amigo fotógrafo me cuenta malas noticias: su ordenador ha dicho hasta aquí llego y él ha perdido todo el contenido de su disco duro.
Mi amigo es metódico y hace backups de sus fotos. Las graba en DVDs, dos copias que archiva en lugares diferentes. Pero como a todos, le puede la pereza, y el pensar que las cosas nunca nos pasarán, y me dice que el último backup lo ha hecho hace seis meses.
Conozco su pasión por retratarlo todo: lleva continuamente su cámara consigo. Mi amigo es freelance. Me dice que lo peor -además de haber perdido todo el álbum de sus vacaciones- es que como no usa agenda, las fotos le recordaban los trabajos que había tenido, la fecha, lo que tenía que cobrar y esas cosas. No me extraña que sienta que perdió seis meses de su vida. Cuánto intangible tenemos puesto en estos objetos.
Alguna vez se plantearon el tema del backup a largo plazo? Debo confesar que yo me puse como una loca a hacer copias de todo…