¿Quién está ahí?

¿Cómo se miden las audiencias en televisión? Cada vez que nos preguntamos por qué los programas donde aparece Belén Esteban son los más vistos de España, podríamos seguir: ¿vistos por quién? En un breve documental dirigido por Alejandro Pérez Blanco, se cuenta cómo 4500 familias definen unos números de rating de los que depende la continuidad o no de los programas de televisión.

David Simon: «La gente que lleva los periódicos ya no respeta su propio producto»

David Simon

La televisión generalista depende fundamentalmente de la publicidad, del número de globos oculares que ven los programas. Así que no puedes ofender a nadie ni hacer nada demasiado complicado, pues debes mantener a todo el mundo mirando, incluso a la gente que está habitualmente distraida, aburrida o que es simplemente estúpida. La necesitas, porque la publicidad necesita a 10 ó 20 millones de personas viendo el programa y los 30 segundos de anuncio. Esta era la estructura económica de la televisión hasta que llegó el cable. Y sólo entonces pudimos saltarnos estas normas al escribir. “Mire, no me importa si confundo a algunos espectadores. Si no pueden seguirlo, que se jodan”. Tú puedes decir eso ahora, contar una historia con sentido y sobrevivir.

Y esto es análogo a lo que sucede en los periódicos, aunque ellos hicieron el camino contrario. Mucho antes de Internet, empezaron a recortar su producto, a hacerlo más magro, más simple y con menos matices. Se deshicieron de los reporteros experimentados y contrataron chavales que no tenían experiencia en la ciudad. Y ahora están desesperados y no se atreven a cobrar por lo que ofrecen.

La televisión hizo lo contrario. Antes había cuatro canales y nadie pagaba por ellos, así que una vez que comprabas el televisor, toda la programación era gratis. Ahora, millones de estadounidenses pagan 40, 50, 70 ó 100 dólares al mes para tener 120 canales o más. La televisión extendió su oferta: canales completos dedicados a deportes, al tiempo, a la mujer, a las series. Ofreció más y cobró más, pasando de ser un servicio gratuito a ser un servicio de pago.

La gente me dice “Nadie nunca pagará por los periódicos, cuando puede conseguirlos gratis”. Pero es que nadie pagaría por la mierda de ahora. ¿Qué habría pasado si en lugar de que los periódicos hubieran sido vendidos y recortados, se hubieran hecho más esenciales, más viables, más sutiles? ¿Que habría pasado si no pudieras entender tu ciudad, o el mundo, sin leer el periódico por la mañana? Hicieron lo contrario. La transición de la televisión al cable es análoga a lo que podría haber pasado con los periódicos en el viaje a Internet.

(…)

Lo cierto es que la cuestión de espectador medio y de los recortes se la tomaron muy mal los periodistas de Estados Unidos. Porque se ven a sí mismos como víctimas de un asesinato, como gente que hacía su trabajo, que cubría el mundo y… “la tecnología cambió. No fue nuestro fallo, la tecnología cambió y es algo que no podemos controlar”. Gilipolleces. Esta no es la historia del que construía carrozas hasta que apareció el automóvil. No es la analogía más honesta. La verdad es que se supone que debes elaborar información precisa y de calidad sobre el mundo. Y llega Internet. El sistema de distribución cambia pero tu producto sigue siendo el mismo. Si te hubieras dedicado a hacer tu producto mejor, podrías cobrar por él en el nuevo sistema de distribución, que podría ser el centro de una fuente de ingresos. Pero en los diez años previos, destripaste tu producto porque no lo respetabas, siguiendo los consejos de Wall Street. Esto es algo que los periodistas no queremos escuchar. Preferimos pensar que fuimos asesinados, antes que cómplices de nuestro propio fracaso.

Lo dice David Simon, creador, productor y guionista de The Wire (HBO), en una estupenda entrevista. Negritas mías.

Foto: Imdb

Lost: el cénit de la TV

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Si el talento hace años que migró del cine a la televisión, con Lost me atrevo a decir que la pequeña pantalla ha llegado a su cénit. La novela y el arte empezaron su “deconstrucción” a finales del XIX y principios del XX con genios como Picasso o Faulkner; la televisión, en 50 años, ha completado su ciclo vital. La siguiente etapa se desarrollará en Internet (¿no esperaríais que dijera otra cosa no? 🙂 )

Mis teorías sobre Lost o por qué deberías ver esta serie, Gemma Ferreres

How to Make a Peanut Butter Sandwich, by the Losties

Jack
1. Gather ingredients
2. Point gun at ingredients and shout “HOW DO I MAKE A SANDWICH OUT OF YOU?!?!?”
3. Breathe heavily through your nose as though you were about to hit ingredients
4. Give up and make the sandwich yourself, and eat it bitterly

Kate
1. Make separate sandwiches, one with peanut butter and one with jelly
2. Take a bite of the peanut butter sandwich, declaring it the best
3. Take a bite of the jelly sandwich, declaring it the best
4. Repeat steps 2 and 3 ad infinitum
5. Follow peanut butter or jelly sandwich into grave danger

Sawyer
1. Throw the jar of jelly at wall, sneering “I don’t need no sandwich”
2. Call the mascot on the jar of peanut butter lots of clever nicknames
3. Huff and puff and stomp around and grumble a lot
4. When no one’s looking, make perfect, even, symmetrical peanut butter and jelly sandwich and sit in a corner, enjoying every bite

Locke
1. Sit idly by, believing that the ingredients will find a way to make a sandwich out of themselves
2. Lose faith and make the sandwich anyway
3. Realize that you were the instrument by which the ingredients chose to make a sandwich after all
4. Run around the room and grab everyone’s knives, insisting that their sandwiches will do the same in time

Hurley
1. Make sandwich
2. Eat sandwich
3. Repeat steps 1 and 2 ad infinitum

Sayid
1. Procure 23 milligrams of uranium-20
2. Set hadron supercollider to eight megajoules
3. Program a sandwich-making macro using Cobol or Visual Basic
4. Act all tough-like

Desmond
1. Eat sandwich
2. Call the sandwich “brother”
3. Place peanut butter slice over jelly slice
4. Spread jelly on the other slice
5. Spread peanut butter on one slice
6. Take two slices of bread, a jar of peanut butter and a jar of jelly

Ben
1. Steal someone else’s sandwich
2. Claim you coerced them into making the sandwich for you all along
3. Say you’ll tell them everything if they make you another sandwich
4. Stare at them all creepy-like

Libby
1. Lay out plans for one of the most intricate, fascinating, and delicious sandwiches of all time
2. Just as you start making it, get shot

Claire
1. Mmmmmmm, peanut butter

via Fuck Yeah Lost