El tema de Chrome y el rechazo que empieza a causar la cantidad de información y que seguimos cediendo alegremente a Google y la dependencia que nos genera me hizo acordar de este video, Epic.
(Aquí con subtítulos en español)
Lo hicieron dos estudiantes del Poynter Institute, Robin Sloan y Matt Tompson, allá por el 2004 y sorprendió por su capacidad de predecir el curso de la información en internet.
El paradigma de la información está cambiando. En la sobreabundancia de datos necesitamos sistemas de filtrado y no es otra cosa lo que están proponiendo, cada uno a su manera, los nuevos esquemas de distribución de contenidos, los new media, las aplicaciones sociales en la red, los nuevos navegadores. En cierta manera, es una revolución porque está tirando abajo el mundo que ya conocíamos y lo está haciendo sin pedir permiso a nadie.
Nos guste o no, somos parte de eso porque nos beneficia en lo práctico. El precio de que Gmail lea nuestros correos está pagado con la gratuidad de un correo online de más de 7Gb (and counting). Nos sentimos observados y expuestos hasta en nuestros gustos musicales, pero ¿cómo conocerías música nueva por ejemplo si no hubiese una red de conocidos en tu last.fm que te dan pistas?
Nos entusiasmamos con los nuevos paradigmas pero me pregunto hasta qué punto estamos dispuestos a cambiar la forma en que damos y consumimos la información si eso significa ceder libertades y estar mucho más controlados paradójicamente. ¿Pasa todo por un tema de practicidad? ¿Deberíamos ser más conservadores o cautos en la red? ¿Ser así significaría una resistencia inútil a las tendencias de las tecnologías de la información?