David Simon: «La gente que lleva los periódicos ya no respeta su propio producto»

David Simon

La televisión generalista depende fundamentalmente de la publicidad, del número de globos oculares que ven los programas. Así que no puedes ofender a nadie ni hacer nada demasiado complicado, pues debes mantener a todo el mundo mirando, incluso a la gente que está habitualmente distraida, aburrida o que es simplemente estúpida. La necesitas, porque la publicidad necesita a 10 ó 20 millones de personas viendo el programa y los 30 segundos de anuncio. Esta era la estructura económica de la televisión hasta que llegó el cable. Y sólo entonces pudimos saltarnos estas normas al escribir. “Mire, no me importa si confundo a algunos espectadores. Si no pueden seguirlo, que se jodan”. Tú puedes decir eso ahora, contar una historia con sentido y sobrevivir.

Y esto es análogo a lo que sucede en los periódicos, aunque ellos hicieron el camino contrario. Mucho antes de Internet, empezaron a recortar su producto, a hacerlo más magro, más simple y con menos matices. Se deshicieron de los reporteros experimentados y contrataron chavales que no tenían experiencia en la ciudad. Y ahora están desesperados y no se atreven a cobrar por lo que ofrecen.

La televisión hizo lo contrario. Antes había cuatro canales y nadie pagaba por ellos, así que una vez que comprabas el televisor, toda la programación era gratis. Ahora, millones de estadounidenses pagan 40, 50, 70 ó 100 dólares al mes para tener 120 canales o más. La televisión extendió su oferta: canales completos dedicados a deportes, al tiempo, a la mujer, a las series. Ofreció más y cobró más, pasando de ser un servicio gratuito a ser un servicio de pago.

La gente me dice “Nadie nunca pagará por los periódicos, cuando puede conseguirlos gratis”. Pero es que nadie pagaría por la mierda de ahora. ¿Qué habría pasado si en lugar de que los periódicos hubieran sido vendidos y recortados, se hubieran hecho más esenciales, más viables, más sutiles? ¿Que habría pasado si no pudieras entender tu ciudad, o el mundo, sin leer el periódico por la mañana? Hicieron lo contrario. La transición de la televisión al cable es análoga a lo que podría haber pasado con los periódicos en el viaje a Internet.

(…)

Lo cierto es que la cuestión de espectador medio y de los recortes se la tomaron muy mal los periodistas de Estados Unidos. Porque se ven a sí mismos como víctimas de un asesinato, como gente que hacía su trabajo, que cubría el mundo y… “la tecnología cambió. No fue nuestro fallo, la tecnología cambió y es algo que no podemos controlar”. Gilipolleces. Esta no es la historia del que construía carrozas hasta que apareció el automóvil. No es la analogía más honesta. La verdad es que se supone que debes elaborar información precisa y de calidad sobre el mundo. Y llega Internet. El sistema de distribución cambia pero tu producto sigue siendo el mismo. Si te hubieras dedicado a hacer tu producto mejor, podrías cobrar por él en el nuevo sistema de distribución, que podría ser el centro de una fuente de ingresos. Pero en los diez años previos, destripaste tu producto porque no lo respetabas, siguiendo los consejos de Wall Street. Esto es algo que los periodistas no queremos escuchar. Preferimos pensar que fuimos asesinados, antes que cómplices de nuestro propio fracaso.

Lo dice David Simon, creador, productor y guionista de The Wire (HBO), en una estupenda entrevista. Negritas mías.

Foto: Imdb

Las 10 lecciones que dejó el cierre del Rocky Mountain News

John Temple

El fracaso es el mejor maestro, ahí parecen estar todos de acuerdo y nadie mejor para constatarlo que John Temple, ex-director, editor y presidente del consejo del Rocky Mountain News, quien ha dado una conferencia donde desgrana las causas que llevaron a que un periódico, fundado en 1859, ganador de 4 premios Pulitzer y líder para la prensa mundial, cerrará irremediablemente.

Ningún periodista debería perderse su charla, donde con una actitud muy honesta, Temple repasa las decisiones que tomaron y los errores que cometieron. El principal: seguir definiéndose como una compañía de periódicos y no una organización de información. Aquí he hecho un resumen de esas diez lecciones, aunque no debería ser excusa para que os perdáis el texto completo de la conferencia, que también está en formato texto, disponible en el propio site de John Temple.

1/ Being a “great newspaper” isn’t enough in the Internet era. You have to know what business you’re in. We thought we were in the newspaper business. Working on the Web, you need to think of now and forever. At a newspaper, people largely think about tomorrow. Thinking about tomorrow isn’t enough anymore. Consumers today want services when, where and how they want them, and they want to be able to participate, not just receive.

2/ Know your competition. If we had spent more time trying to build the depth of our connection with the community using online tools from the very start, perhaps the outcome for the Rocky would have been different.

3/ You have to have a strategy and you have to be committed to pursuing it. We perceived the Web site as a newspaper online, as a complement to the paper, not as its own thing. That’s not a strategy.

4/ You must know your goal. On the print side, we had a clear objective. But our online objective kept changing. Of course this is partially understandable, because what was possible in the online world was also changing rapidly.

5/ Keep new ventures free from the rules of the old. Over the years, the company had agreed to conditions it might not have liked but could accept because revenues of the newspaper made them possible. The problem was they would strangle a startup.

6/ People running a new business need to be free to do what’s best for that business, regardless of the potential impact on the old. (…) Why couldn’t newspapers have invented something like Yelp? Probably because editors would have gone ballistic over reader reviews with misspelled words and would have felt uneasy with reader contributions being given priority.

7/ If you want to compete in a medium, you have to understand it. The newspaper industry didn’t understand the web in the beginning. That’s understandable. But it’s not clear that the newspaper industry understands it today. That’s partly because you need to get the right people into an organization, people who can see and seize new opportunities.

8/ Measure, measure, measure. While newspaper companies had experts managing circulation accounts to make sure they met the requirements of the Audit Bureau of Circulations, they were less committed to an intense focus on web data

9/ Invest in R&D. Ask yourself: Without R&D, how are local news companies going to get out on the edge and develop new offerings? Now that newspaper companies are filling the bankruptcy courts, they’re scrambling to find ways to survive on the Web. But their efforts seem mostly about making money off their current offerings. You don’t see them developing Yelp, YouTube, Twitter, Facebook, etc. I think they still could develop successful new services. But it would require something they haven’t historically done, research and development. The Rocky looked to other newspapers and news sites to assess how it was doing. We should have been looking more closely at pure-play Web operations.

10/ Know your customers. If newspapers would spend more time trying to understand their customers instead of focused on their own internal issues – such as which newspaper department should get credit for Web revenue – they’re more likely to be successful.

Lessons from the Rocky Mountain News – Presentation at the UC Berkeley Media Technology Summit at Googleplex in Silicon Valley from John Temple on Vimeo.

Via: Perogrullo