¿Dije divertido? Me quedé corta. El viernes fue un día fascinante periodísticamente hablando. Nos llega la noticia de que El Mundo ha publicado una bomba: el pago de sobresueldos en negro durante años por parte de Luis Bárcenas, el tesorero del PP a altos cargos del partido. La sacamos en eldiario.es, citando y continuando con la historia. Había mucho que contar y la redacción se puso manos a la obra.
Día movido y no pude escribir aquí sobre un debate que leí de reojo en Twitter y me pareció muy interesante: El Mundo publicó la que bien podría ser su exclusiva del año en Orbyt, un formato sólo disponible a suscriptores.
Su muro de pago dejaba a la mayoría de lectores online sólo con un título. La noticia se extendió por todos los medios, y durante todo el día se habló extensivamente sobre el tema en redes sociales y en las charlas de taxis y cafés. Varios medios digitales mostraron celeridad para enlazar y no desaprovechar el momentum del tema: todos o casi todos se beneficiaron de visitas y conversaciones de sus lectores, dejando atrás a El Mundo, que pese a llevar la exclusiva, se cerró las puertas a ser referenciado, enlazado, y probablemente llegar a lectores que no tenían.
¿Error estratégico de El Mundo? Según Ricardo Galli en su post sobre el tema, sí, porque olvida «la gran paradoja de las noticias: las que son importantes, las que presuntamente tienen más “valor de mercado”, son rápidamente replicadas por lo que rápidamente se convierten en una commodity, y sólo benefician a los medos más pequeños y sin recursos que se dedican a copipastearla (por ejemplo) o resumirla y opinar».
Concuerda Antonio Ortiz en reconocer que habría optado por mostrar más en la web para conservar la relevancia, pero se muestra a favor de modelos de pago por contenido, que «tienen más que ver con la calidad media diaria y el valor añadido sostenido en el tiempo que con exclusivas puntuales». Juan Varela hizo un análisis de la estrategia, que considera acertada pero mejorable y dio detalles para afinarla.
A pesar de que no tenemos los números de suscriptores del viernes de Orbyt, y nos perdemos algunos datos que podrían ser más concluyentes, quienes trabajamos con la información no podemos ni deberíamos dejar de analizar estos momentos periodísticos también desde la nueva configuración del espacio informativo.