Entrevistada por El Comercio Digital

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Con motivo de mi asistencia al Internet Meeting Point en Asturias, me han hecho esta entrevista que no quiero olvidarme de reproducir aquí:

Marilín Gonzalo pertenece a la generación de periodistas que se ha zambullido en internet con la confianza de que en él está el futuro. Firme defensora de las relaciones sociales a través de las herramientas que proporciona la red, la autora de marilink.net es una de las usuarias más destacadas de Twitter y es especialista en comunicación ‘on line’ y contenidos en internet.

¿El futuro del periodismo está en internet?

No tengo ninguna duda de eso. Todavía no tenemos totalmente claro el esquema de ingresos y negocio de la distribución de las noticias en el futuro, pero está clarísimo que internet es el medio idóneo para que la información se distribuya, para que los lectores participen y para que cada uno decida a qué tipo de información quiere acceder.

Los blogs son un fenómeno que se ha generalizado en todo el mundo y muchas personas los usan como vehículo de comunicación con el resto pero, desde un punto de vista profesional, ¿son una herramienta seria de información o quedan en el ámbito de la opinión?

Personalmente creo que los blogs, e internet en general, implican un ámbito de libertad que no se encuentra en los medios periodísticos tradicionales, y en ese sentido pueden ser muy ricos en datos informativos. Desde la teoría del periodismo tradicional, el blog tiene un alto componente de opinión, porque siempre es la mirada característica de una persona -el autor- que es plenamente consciente de que está dando su visión sobre un tema, pero esto no quiere decir que la información por eso sea menos cercana a la verdad.

Yo creo que todo lo contrario: tenemos un autor que se identifica ante sus lectores, que tiene un historial de posts publicados, por lo que podemos saber cómo piensa con respecto a ese u otros temas, y que por lo general responderá en los comentarios si planteamos una corrección o una argumentación a su post. Normalmente en su post habrá enlaces, referenciando esas ideas, por lo que podemos saber cuáles son sus fuentes, en qué se basa. En la prensa impresa muchas veces la información no es tan transparente, no tenemos enlaces, no tenemos una forma de comentar directamente la noticia, y los artículos no siempre están firmados por el periodista que los escribe.

No veo por qué no pueden ser una herramienta seria de información. Aún escribiendo desde un ángulo subjetivo pueden seguir siendo más veraces que otros medios pretendidamente objetivos.

¿Con qué motivación empezó a trabajar en marilink.net?

marilink.net es mi blog personal. Antes de abrirlo me pasaba mucho tiempo leyendo blogs y en algún momento quise tener un sitio para escribir lo que yo pensaba de muchas cosas que leía por ahí, o simplemente para guardar los enlaces. Luego se convirtió en mucho más que eso, nunca un trabajo, aunque de allí para mí se ha abierto un gran espectro laboral.

También es una destacada defensora y usuaria de Twitter. ¿Qué virtud destacaría de esta herramienta sobre otras redes sociales?

Destaco su simplicidad. Cuando empecé a usarlo me pregunté: “¿Cómo es posible que nadie hubiera inventado esto antes?”. A la vez, siendo simple, es curioso ver cómo cada persona puede usarla de un modo diferente, adaptando ese uso a sus necesidades y a varios niveles. Sin embargo, no considero a Twitter una red social en sí. Creo que es más bien una herramienta, de la misma manera que lo es el email o el chat.

Según un estudio del Harvard Business School, sólo el 10% de los usuarios de Twitter generaron más del 90% del contenido de la red social. ¿No supone un fracaso que más de la mitad de los internautas publicaran menos de un mensaje en 74 días? ¿Cree que no ha calado?

No sólo creo que Twitter ha calado, sino que estoy convencida del gran suceso que es y que ya ha pasado a ser una nueva forma de comunicación social. Cada tanto surgen estudios de este tipo, que miden unos parámetros determinados. Creo que hay que tomar esos resultados como parte de un gigantesco fenómeno de comunicación y no reducirlos a una conclusión simplista. ¿Twittear mucho es sinónimo de éxito? No lo creo. Se participa en Twitter de muchas formas, una de ellas es la atención que atrae, y eso sí es parte de su éxito: hay muchas personas escuchando.

Algunas localidades españolas, concretamente Pontevedra, Lleida y Salamanca, han puesto en práctica en las recientes elecciones europeas un sistema de voto electrónico. ¿Cree que se afianzarán a corto plazo operaciones como ésta? Existe una traba importante, y es el importante segmento de población que es ajeno a internet.

A corto plazo probablemente no, pero estas iniciativas son importantes porque ayudan a que podamos integrar las ventajas de las nuevas tecnologías en nuestra vida diaria. Esa traba de la que habla se denomina brecha digital, y no está dada tanto por la poca disponibilidad de las nuevas tecnologías sino por la falta de educación en el uso de las mismas.

Los gobiernos buscan la manera idónea de endurecer la legislación en materia de internet mientras aún existe gran confusión en la sociedad sobre lo que está permitido o no en la red. ¿Cuál es su postura al respecto?

La Red representa por primera vez un ámbito donde las personas pueden comunicarse a nivel mundial libremente, donde no es fácil delimitar fronteras ni jurisdicciones. Muchos gobiernos intentan mantener un esquema de control sobre internet, y eso, por su misma naturaleza, se ha ido revelando como imposible tras cada intento.

Internet es una parte de nuestra sociedad, y por eso veo necesario que se legisle sobre ella, pero sin coartar las libertades de los usuarios. No ayuda a clarificar el panorama la gran desinformación que hay en general sobre estos temas, propugnada por ciertos grupos de presión. Actualmente se llama piratas a personas que comparten música en internet (lo cual es legal en España cuando se hace sin fines comerciales) mientras otros hechos como el robo de identidad o ataques a servidores son archivados por una Justicia que no está debidamente formada sobre esta materia.

En la línea de la anterior pregunta, ¿cree que medidas como rebajar la velocidad o desconectar a los infractores son la solución al problema?

No, en absoluto. Son medidas que, en primer lugar van contra la privacidad de los usuarios y su derecho a usar Internet, y además de eso, no forman parte del desarrollo de una nueva industria de contenidos culturales, se limitan a legislar pensando que los antiguos esquemas seguirán funcionando, como si no hubiera habido un cambio fundamental en el alcance y producción cultural con el advenimiento de internet.

Participó en la creación de 20palabras. ¿En qué consistió este proyecto?

20palabras fue una publicación digital que combinó una redacción distribuída con el microblogging: unos 20 periodistas desde diferentes lugares del mundo, enviábamos noticias en unas 20 palabras, que se publicaban automáticamente en la web y también se recibían en dispositivos móviles. Como proyecto comercial no prosperó pero atrajo mucho interés y fue un experimento de periodismo adaptado a estos tiempos que nos dejó un aprendizaje impagable.

Foro Internet Meeting Point

Escribo esto volando hacia el Foro Internet Meeting Point, cuya segunda edición se celebra este año en Gijón, Asturias, para debatir en una mesa redonda con otras chicas de Internet. Debemos seguir siendo raras en la Red, o estamos siendo relevantes, una de las dos, o las dos, para que sigan existiendo paneles sobre esto.

Va a ser un honor charlar allí con Susana Alosete (Chica de la Tele), Idoia López Cantolla (Ilustrae), María Victoria Rodriguez (Minoic) y Paloma Abad (Monkeyzen) en parte porque ya hemos compartido impresiones via email. Hasta donde conozco, varias de las personas en la mesa usamos internet a diario y puede ser muy interesante ver cómo decidimos mostrar nuestra identidad en la Red y en qué medida influye nuestra femineidad en ese hecho.

También estaré en Radio Punto Asturias hablando con Carlos Urioste, Gerente de El Comercio Digital, y Marcelino Gutiérrez, periodista digital, sobre la democratización de la información en la Red, a las 12.25 hoy. Si alguien lo graba que me avise.

La Red Innova desde el backstage

Desde hace 2 meses soy parte de la organización de La Red Innova, un evento de tecnología e innovación que se presenta como el equivalente en el ámbito iberoamericano a TED y los Web2.0 expo en USA o LeWeb y DLD en Europa. Me llamó Pablo Larguía cuando ya habían empezado a trabajar hacía algunos meses, y me ocupé de la gestión y coordinación de la web y de la comunicación online, aunque al final todos fuimos un equipo muy participativo que aportó para la mayoría de las decisiones.

Para mí, que me interesa la tecnología pero no tanto desde el lado puramente técnico, sino desde el lugar donde ayuda a la comunicación y a la difusión de información y por ello interviene en el devenir social, ayudando a formar comunidades en torno a proyectos, éste ha sido un trabajo fascinante en el que desde luego he dejado muchas más horas de las previstas.

Han sido 60 días de literalmente no parar: la meta era un gran proyecto que estaba en la mente de Pablo y del que ya me había hablado hace un año una tarde de calor en un Giangrossi. Eso que transmitió a su equipo con su entusiasmo característico, tenía que hacerse realidad. No era fácil y sólo respiré después de las primeras horas del evento, cuando vi que todo rodaba y que todas aquéllas jornadas invertidas se notaban en esos momentos.

Estuve la mayor parte del tiempo justo detrás del escenario, en la parte de controles de audio y vídeo, y me perdí el hilo de la mayoría de las conferencias, pero tenemos el material grabado y en algún momento las veremos online. Tengo ganas de contar mil cosas más sobre el backstage, los speakers, los días previos y cómo se gestó cada detalle, pero quedaría un post demasiado largo.

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Siento mucha gratitud por haber trabajado con unas personas maravillosas, tanto el equipo al que me incorporé de Pablo (Pedro, Viviana, Inés, Sandra y Gabriel) como la gente que llamé y que hizo un trabajo excepcional: Eduardo y Manu de Hipertextual, Debbie Greenberg, Silvina Monge, Miguel Ángel Moro, Dithern. En mi lista de agradecimientos no puede faltar Mariano Amartino, que es una persona con un corazón gigante y muchas personas más que no alcanzaría a nombrar: los que nos dieron su crítica y sus opiniones, los que supieron entender que no estuve disponible para otros temas, los que simplemente nos dijeron enhorabuena, y los que nos tuvieron la comida preparada en casa cuando llegábamos tarde.

Ha sido un gran proyecto y lo mejor de esto es que recién empieza, el año que viene la cita también será en Madrid.

Foto: Rubén Díaz Alonso

Nota: Tengo el correo lleno de cosas por hacer así que si alguien está esperando respuesta a algo no extremadamente urgente les pediré perdón y que por favor esperen unos días más.

Sinde

Quizás el debate es demasiado complejo, o se están discutiendo demasiadas cosas, lo cierto es que el nombramiento de Angeles Gonzalez-Sinde sigue provocando posts. Se habla del futuro de la industria cultural, la distribución de contenidos, el derecho a la cultura, la retribución al artista, las entidades de gestión privada, el canon digital, hasta de la generación de treintañeros que viven con sus padres.

Algunos párrafos que me quiero guardar, casi al azar, porque no hay justicia en dejar de leer los posts completos:


Una persona que califica el canon como claramente insuficiente, cuya designación destruye cualquier posibilidad de alcanzar un equilibrio entre los derechos de los internautas y de los ciudadanos en general y los de esos creadores aferrados a modelos de negocio imposibles hoy en día y que están dispuestos a llevar a todo el mundo a la cárcel con tal de mantener su situación. La decisión de poner a esta mujer ahí es, en realidad, un clarísimo pago por el apoyo de la farándula durante la campaña electoral: a todos los efectos, bien podían haber puesto a Teddy Bautista y llamar a la cartera “Ministerio de la SGAE”.

Enrique Dans: Una pesadilla, Angeles Gonzalez-Sinde, ministra de cultura


Me encantaría pagarle a Julio Medem cada una de las películas suyas que me descargué. Pero no comprando discos, por el amor de Dios… ¡Basta de disquitos, de casetitos, de blu-rays, de cintas de video, de mierditas chiquitas, que se llena la casa de basura y hay que tirar todo cada año y medio! (…)

Si lo que propone la Ministra de Cultura es que Telefónica yRapidshare no se coman todo el dinero que me gasto en ver series y películas, yo encantado de la vida de mandar a la mierda a Telefónicay al Rapidshare. Pero necesito algo a cambio, un sistema mejor que distribuya mi dinero entre los creadores (eso no lo tengo) y que me ofrezca velocidad de descarga y alta calidad de visionado (eso ya lo tengo).

Espoiler: Promesa Pública a la Ministra


Ordenar” el internet, de tal forma que parte del dinero destinado a pagar una conexión de internet con la que se descargan series de televisión, películas o música llegue a los creadores es simplemente meter otro canon digital.

…y ya sabemos cómo le fue a España con elcanon. Miles, posiblemente millones de personas, pagando un impuesto injusto por uso “calculado” de tecnologías, que nada tienen que ver con la realidad; y un gobierno que sigue llamando piratas a quienes descargan para uso privado, aún cuando les hacen pagar un impuesto por, justamente, la copia privada. (…)

Me parece justa la idea de encontrar una forma de pagarle 74 céntimos por episodio al creador de la serie (yo pagaría gustoso 1€, inclusive), pero la solución está lejos del “orden” propuesto por la nueva ministra.
Lo que el gobierno debería hacer es presionar a las discográficas y estudios a impulsar el uso de medios digitales y deshacerse de medios físicos. Estoy seguro que en menos de un mes tienen un acuerdo con Apple y están vendiendo las series y películas en el iTunes.

ALT1040: Casciari, tienes razón, pero no queremos otro canon digital


Cuando hablamos del la libertad de ver algo y no pagar por ello tenemos que pensar en dónde ponemos el acento. Habrá quién diga «Es que eso es malo para la cultura». Bien, supongamos que fuera verdad, que la cultura y las industrias culturales fueran lo mismo (que no lo son) Pero lo cierto es que DA IGUAL. Da lo mismo que pensemos en si algo es bueno o malo o regulín para la cultura cuando el uso social de las tecnologías ya ha incorporado a una generación completa (Y las siguientes) en que el acceso a los contenidos es gratuíto.

No digo que no se puedan implementar formas de control de ese acceso gratuíto, digo que esa generación pensará formas de romper ese control. Siempre, sin excepciones. Y lo hará rápido. Más rápido que cualquier ley. Que cualquier campaña mediática y tecnológica. El motivo es sencillo. Son más cabezas pensando juntas y en red con un objetivo. Es una lucha que no se resuelve. No se gana.

Por el camino, el resultado suele que el servicio que se da es cada vez es peor, las condiones son cada vez peores y la relación entre quién «defiende la cultura» (suspuestamente los creadores que la producen) y quien «la destruye» (las millones de personas que acceden a ella a través de la red. En serio, ¿no es ésto una paradoja como para parar el carro un pelín?) sea cada vez de un mayor enfrentamiento. Cuando ambos grupos (Si es que tal división es posible) Se necesitan. Es más. El grupo de los «creadores» necesita (o necesitamos) mucho más al de los consumidores que el de los consumidores a nosotros. Porque ellos ya tienen los medios para producir cultura de forma autónoma y distribuírla gratuítamente también.

Fílmica, Casiopea: Sí y no, Casciari


El cánon es en realidad un impuesto –de pago compulsivo– que es gestionado por una asociación privada, que decide sin control externo a quién da ese dinero, que hace campañas para criminalizar la copia, que nos insulta a todos tratándonos de piratas, que meten juicios a chavales para generar el efecto chill out y nadie les critique [que les ha fallado rotundamente],  que pretenden convertir a la copia privada en ilegal y últimamente –con el apoyo de varios políticos del PSOE– intentar prohibir el P2P.

Lo anterior, todo junto y en contexto es inaceptable y antidemocrático. (…)

Yo no tengo nada contra la idea de que el estado me cobre para fomentar la cultura, pagaría una “tasa de banda ancha” sin ningún problema, de hecho ya estamos pagando un huevo en la seguridad social –fui tres veces al médico en toda mi vida–, tasas municipales, tasas de no sé qué del carbón, innumerables tasas al gasóleo, IVA, IRPF, paro, etc. etc.

Pero a cambio:

  • Legalizar la copia sin fines de lucro, sea privada o no.
  • Asegurar la neutralidad de la red cualquiera sea el protocolo y contenido.
  • Prohibir todo dispositivo que impida el ejercicio del derecho a copia (i.e. DRM).
  • Que la tasa sea propocional a lo que cobra la operadora o ISP.
  • Que es impuesto lo recaude la administración, no una entidad privada.
  • Que sea la administración la que dicte las reglas de cómo distribuir el dinero.
  • Que el dinero lo controle y distribuya la administración o empresas privadas pero bajo reguladas, auditadas y en régimen de concurso y concesión temporal (como las autopistas, por ejemplo).
  • Que la distribución sea equitativa con métodos de medición más fiables y no solamente lo que se escucha por la radio o TV.

Si están dispuestos a hacer eso, aplaudiré esta tasa.  Habré perdido un poco más de dinero, pero habré recuperado la libertad [otorgada por las tecnologías y quitadas por la ley] y  la seguridad que ese dinero estará mejor distribuido –o que al menos sabremos cómo se distribuye–. (…)

Miré tus últimos doce artículos en el blog –los que aparecen en la caja de la derecha–. En ellos hablas de 63 series y miniseries. ¿Sabes cuántas de esas son españolas? Ninguna.

¿Sabes cuánto dinero transifirió la SGAE a las sociedad extranjeras? De los 382 millones de euros repartidos en 2007, la parte internacional fue de 25 millones de euros. Un 6.5%.

Muy equitativo. Estas cifras parecen más las de un verdadero pirateo, con fines de lucro y a costa del trabajo de los demás.

Ricardo Galli: Casciari tiene razón, pero peligrosamente optimista

Actualizo y agrego:

Los cánones indiscriminados gestionados por organizaciones de intereses creados al servicio de modelos de negocio, como por ejemplo el de El País, cuyos ejecutivos piden dinero y prebendas públicas porque no les salen la cuentas, está detrás de todo esto. Y la ministra y su nuevo director del ICAA se han caracterizado por poner encima de la mesa una visión restrictiva, a veces peligrosa, de cómo resolver este cambio de paradigma. Eso sí, lo hacen con moderación y educadamente, un mérito a añadir para que no haya que tratarles, por supuesto, a patadas, y eso sin perjuicio de que la parodia y la sátira, lo incorrecto políticamente hablando que tanto valoras en las series que te gustan, sea factible. Los que debatimos en la red aspirando a no caer en lo que acertadamente señalas, inventar «conspiraciones paranoicas entre sindicatos de guionistas para salir en la portada de Menéame» sólo queríamos saber cómo se lleva la actitud pública de un medio que se posiciona en contra de hacer lo que en tu página se dice que se hace, pues precisamente la alojan ellos. Viceversa: que te beneficias de los servicios de un medio que pregona lo contrario a lo que haces. Nos mata la curiosidad, efectivamente, pero no es obligario posicionarse uber alles, ya es extraordinariamente bastante que sigas instruyendonos en talento y dramaturgia.

Gonzalo Martín: Con respeto y afecto, Hernán, hay algo que no se ha entendido.

Ellos no te lo dirán

En vez de pagar por poner tu compañía en Twitter, pagar porque la mencionen en Twitter y pagar por posts patrocinados, mejor olvídate de todo eso y ponte a hacer cosas realmente buenas que emocionen a las personas. Forma un excelente equipo y cuando el resultado sea tan bueno que tus amigos se lo recomienden a sus amigos, no vas a necesitar ningún tipo de social media marketing.

Matt Haughey (BloggerMetafilter)

Vía ALT1040