Desde hace 2 meses soy parte de la organización de La Red Innova, un evento de tecnología e innovación que se presenta como el equivalente en el ámbito iberoamericano a TED y los Web2.0 expo en USA o LeWeb y DLD en Europa. Me llamó Pablo Larguía cuando ya habían empezado a trabajar hacía algunos meses, y me ocupé de la gestión y coordinación de la web y de la comunicación online, aunque al final todos fuimos un equipo muy participativo que aportó para la mayoría de las decisiones.
Para mí, que me interesa la tecnología pero no tanto desde el lado puramente técnico, sino desde el lugar donde ayuda a la comunicación y a la difusión de información y por ello interviene en el devenir social, ayudando a formar comunidades en torno a proyectos, éste ha sido un trabajo fascinante en el que desde luego he dejado muchas más horas de las previstas.
Han sido 60 días de literalmente no parar: la meta era un gran proyecto que estaba en la mente de Pablo y del que ya me había hablado hace un año una tarde de calor en un Giangrossi. Eso que transmitió a su equipo con su entusiasmo característico, tenía que hacerse realidad. No era fácil y sólo respiré después de las primeras horas del evento, cuando vi que todo rodaba y que todas aquéllas jornadas invertidas se notaban en esos momentos.
Estuve la mayor parte del tiempo justo detrás del escenario, en la parte de controles de audio y vídeo, y me perdí el hilo de la mayoría de las conferencias, pero tenemos el material grabado y en algún momento las veremos online. Tengo ganas de contar mil cosas más sobre el backstage, los speakers, los días previos y cómo se gestó cada detalle, pero quedaría un post demasiado largo.
Siento mucha gratitud por haber trabajado con unas personas maravillosas, tanto el equipo al que me incorporé de Pablo (Pedro, Viviana, Inés, Sandra y Gabriel) como la gente que llamé y que hizo un trabajo excepcional: Eduardo y Manu de Hipertextual, Debbie Greenberg, Silvina Monge, Miguel Ángel Moro, Dithern. En mi lista de agradecimientos no puede faltar Mariano Amartino, que es una persona con un corazón gigante y muchas personas más que no alcanzaría a nombrar: los que nos dieron su crítica y sus opiniones, los que supieron entender que no estuve disponible para otros temas, los que simplemente nos dijeron enhorabuena, y los que nos tuvieron la comida preparada en casa cuando llegábamos tarde.
Ha sido un gran proyecto y lo mejor de esto es que recién empieza, el año que viene la cita también será en Madrid.
Foto: Rubén Díaz Alonso
Nota: Tengo el correo lleno de cosas por hacer así que si alguien está esperando respuesta a algo no extremadamente urgente les pediré perdón y que por favor esperen unos días más.