La foto es de Jay Nemeth. No es de hoy sino de una de las pruebas previas al salto desde la estratósfera de Felix Baumgartner, pero es igual de bella y transmite todo lo que vivimos hace minutos. Al que no se le encogió el corazón cuando vio los piececitos de Felix Baumgartner colgando en el vacío a 39.000 metros de altura no tiene sangre en las venas. Está por confirmarse, pero sería la primera vez que una persona alcanza la velocidad del sonido en estas condiciones y hasta ahora no se sabía qué pasaría. Si el experimento lo patrocina una marca comercial, si es la mejor campaña de publicidad de la historia, si se venden tropocientas latas de Red Bull, de verdad, para mí es un dato secundario.
Qué momento más maravilloso, qué pequeños se ven tus pies cuando la Tierra está debajo, qué heroico Baumgartner, qué tiempos privilegiados vivimos en que podemos ver a través de 9 cámaras la asombrosa serenidad de un astro-paracaidista, en que internet se transforma durante 4 minutos en la TV de 8 millones de personas.