Me acuerdo que el año pasado alguien dijo del EBE que necesitabas un mes para procesar esos tres días. Ya han pasado más de 15 desde el EBE 2009 y siguen preguntándome cómo lo vi, así que mejor ahora que (más) tarde. El año pasado mi entrada sobre el Evento Blog España se quedó en el dashboard, y me arrepentí muchas veces de no haber publicado algo. Sobre todo por la sensación de absoluta satisfacción que nos dejó ese EBE 2008.
Durante un año entero he estado recomendando a todo el mundo asistir al EBE por ser el evento más relevante de blogs de España. Este año compartí con muchas personas esa gran alegría anual de encontrarnos y ver a la gente detrás de los blogs, aunque la percepción general fue que el programa podría haber estado mejor. Realmente no creo que todo pase simplemente porque la blogósfera está madura y los blogs han muerto: ¿de verdad no hay temas de los que hablar en un año donde hay tantos cambios?
Sin embargo la principal razón de existir del EBE sigue totalmente en pie, y es su fama de ser el meeting point de la blogosfera española. Quizás por eso muchos no van por el programa de ponentes, sino por el networking de los pasillos y la oportunidad de quedar con gente afín en una ciudad maravillosa como Sevilla.
El programa
Thumbs up: para la presentación de Alfonso Alcántara (@yoriento) que nos sorprendió, nos hizo reír y pensar; y para la entrevista de Berto Pena (Think Wasabi) a Pau García Milá (EyeOS), brillantes los dos.
El programa, sin embargo, ha sido lo menos destacable de este EBE. La organización debería trabajar más en el formato de las presentaciones y coordinarlo con los ponentes. No me sirve que Tuenti o Tumblr me vendan su producto: somos un público que ya conoce estos servicios, quiero saber lo que no está en su discurso publicitario. Lo que nos sorprendió en este EBE fueron justamente esos momentos donde los ponentes podían salir de la rutina de una mesa redonda o panel tradicional.
Los ponentes europeos
Este año por primera vez el EBE incorporó al programa una mesa hablada íntegramente en inglés, con bloggers y entrepreneurs de distintos países europeos. El tema fue Una visión desde Europa, y tuve el inmenso placer de moderarla y preguntar los puntos de vista de los ponentes sobre este evento y sobre el panorama general de los blogs europeos y las redes sociales.
Nicole Simon afirmó que nada se oía de España en materia de internet fuera de ella, y la mesa concordaba en que el poco inglés que se habla en nuestro país tiene parte de la culpa en ello. Un acierto el empezar a incorporar más ponentes internacionales y una señal que muestra dónde se puede mejorar: habrá que prestar más atención a quienes cuentan lo que está pasando en España en inglés, que es lo que traspasa nuestras fronteras, o empezar a contarlo nosotros mismos.
Los Premios Bitácoras
En esta edición estoy especialmente feliz porque ALT1040 ganó el premio al mejor blog tecnológico y esto supone un reconocimiento para un equipo de gente excepcional con el que trabajo día a día.
Más allá de que prefiero que ganen estos premios blogs que no son tan conocidos, la decisión del público manda y es inevitable que el jurado se encuentre con finalistas muy visitados.
Pero más allá de mi vivencia personal, creo que estos premios son un poco la alfombra roja de los blogs y se viven con auténtica emoción (Maikelnai puede dar fe). Enhorabuena a los que los hacen posibles.
El año que viene el EBE cumplirá 5 años, buen momento para un replanteo. Tiene el enorme mérito de ser un evento exitoso, citado como la conferencia más importante de España en el ámbito de los blogs e internet, pero este año es la primera vez que oigo a gente no estar segura de ir al próximo.
Si el EBE aspira a seguir siendo una referencia, debería plantearse un programa más sólido que el que vimos este año. No estoy segura de que la solución pase por cobrar entrada, como muchos proponen, porque eso pondría en riesgo la masividad del evento, que sin duda es uno de sus aspectos más promocionados. Profesionalizar su organización y tratar de subir el nivel de las conferencias, dos sugerencias para que el EBE no sea sólo una quedada multitudinaria. Lo que, por otro lado, no está nada mal.
Fotos: Victoriano Izquierdo