Mientras medio mundo (o entero occidental) seguía tuit a tuit (que ya no por la TV, pero eso es para otro post) la caza humana del sospechoso de Boston, el Congreso de Estados Unidos aprobaba CISPA (Cyber Intelligence Sharing and Protection Act), una ley que ha hecho muchísimo menos ruido que SOPA y ACTA, y sin embargo es mucho peor en lo que se refiere a la pérdida de privacidad en internet.
Lo más curioso es que esta vez y a diferencia de las anteriores leyes que fracasaron, los grandes de internet apoyan CISPA: Microsoft, Yahoo, HP, Oracle y Cisco -reunidos en la asociación Technet-. Aunque Facebook, que hasta hace semanas estaba a favor, ha restado su apoyo y Google no ha fijado una posición pública. En la página del Congreso se puede ver la lista de compañías que han enviado cartas de apoyo a CISPA.
La ley, con la siempre efectiva excusa del terrorismo, exime de cualquier tipo de responsabilidad a las compañías que entreguen datos privados de sus usuarios. Como señala Michelle Richardson , de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, las compañías pueden enviar directamente los datos que encuentren al gobierno, sin tener que extraer la información personal y privada antes de compartirla (con otras compañías o con el gobierno), y no tendrán ningún tipo de responsabilidades legales. Es decir, pueden hacer lo que quieran con esta información.
El último paso para su aprobación final se puede dar en el Senado. La falta de garantías de lo que las compañías puedan hacer con esa información es lo que aparentemente está preocupando a la Administración Obama, quien podría ejercer su veto y frenar la ley, para lo que ya hay una campaña promovida por la EFF.