O algo así es lo que podría decir la banca, ahora que Bush quiere rescatarlos de la crisis. Cuando las ganancias y los balances anuales derrocharon dígitos ningún gobernante fue a molestar a los ejecutivos de Wall Street para decirles por ejemplo que sólo el 30% de la población de los EE.UU. tiene cobertura sanitaria. Ahí no hay intervencionismo. Ni siquiera esta imagen que está dando vueltas por varios blogs (via) es veraz.
No es necesario irse a ningún extremo rojizo para darse cuenta de que un capitalismo que recurre al intervencionismo en unos casos sí y en otros no, no es un sistema coherente, estable, ni que esté garantizando igualdad, sino todo lo contrario.
Bush, el mismo gobierno que ha calificado a los banqueros de irresponsables y laxos al dar créditos, promueve un plan de salvataje de 700 billones y acepta elevar el límite de endeudamiento nacional en casi un billón de dólares más para salvar a la banca. La igualdad cuando a unos, siempre los mismos, interesa.