Periodismo de filtraciones en España

Filtrala cumple un año y en la jornada que organizó para celebrarlo estuve hoy moderando la mesa redonda: «Periodismo de filtraciones en España: experiencias, retos y perspectivas», con la participación de Pedro Noel y Santiago Carrión (@wbpress), de Associated Whistleblowing Press; Ter García, de Diagonal; Toni Martinez (@tonillo), de La Marea, Susana Sanz (@suysulucha), de Fíltrala, y Juan Luis Sánchez (@juanlusanchez), de eldiario.es. Hablamos de la experiencia de los medios, el proceso para trabajar con información que ha sido filtrada y los mejores recuerdos de publicaciones de este tipo que han surgido este año.

Train Song

Travelling north, travelling north to find you
Train wheels beating, the wind in my eyes
Don’t even know what I’ll say when find you
Call out your name love, dont be surprised

It’s so many miles and so long since I’ve met you
Don’t even know what I’ll find when I get to you
But suddenly now I know where I belong
It’s many hundred miles and it won’t be long

It wont be long
It wont be long
It wont be long

Nothing at all in my head to say to you
Only the beat of the train I’m on
Nothing I’ve learnt all my life on the way to you
Only our love that’s over and gone

It’s so many miles and so long since I’ve met you
Don’t even know what I’ll find when I get to you
But suddenly now I know where I belong
It’s many hundred miles and it won’t be long

It wont be long
It wont be long
It wont be long

(Bunyan/Clayre)

Más sorkinismos y la habilidad de reciclar de Aaron Sorkin

Me encanta Sorkin. Sus ritmos, sus diálogos, el carácter de los personajes. The West Wing es considerada una de las mejores series de televisión de la historia y probablemente esto hizo que hubiese demasiado hype al recibir sus siguientes obras. Aunque todas me gustaron, algunas me decepcionaron, como The Newsroom. Y sin embargo me reconcilio con todas cuando veo los vídeos de sorkinismos, ese reciclaje que Sorkin hace de tramas y diálogos.

Ya había posteado uno una vez pero ahora encontré dos videos más, que me hicieron echar mucho de menos a todos los personajes de Sports Night, de Studio 60, de The West Wing, de The Network. Qué ganas de tener tiempo para ver todas estas series otra vez.

Her: La singularidad era esto

Primero pensábamos que el futuro tendría coches voladores, luego lo vimos en las pantallas transparentes de Minority Report, y ahora con Her nos damos cuenta de que en el futuro la tecnología es insípida y además ni siquiera la singularidad es emocionante.

Fotograma de Her, de Spike Jonze

La infinita soledad de la protagonista de Lost in Translation se muestra en Her, pero en aquella historia se trataba de cómo alguien que estaba en pareja se sentía solo y ahora se trata de cómo alguien solo se siente dentro de una relación. En ambos casos lo irreal, lo socialmente aceptado y el vacío existencial son parte fundamental de una vida donde el diseño Apple-ish está por todas partes. Invariablemente ambas suceden en ciudades masivamente habitadas, donde sus protagonistas caminan desoladamente aislados en medio de multitudes.

(A partir de aquí posibles spoilers) Me siento culpable de haber tenido sospechas de que Siri- perdón, Her- fuera la crítica tecnófoba cansina de siempre a los que van mirando el móvil. Jonze ha sido muy listo y nos ha mostrado un mundo donde no es necesario mirar la pantalla del móvil para estar conectado, y por eso a veces la película parece una gran oda a Siri. Pero creo que la grandeza de Her va mucho más allá de la tecnología, porque toma el ecosistema de redes, internet y smartphones para mostrarnos algo que estaba mucho más acá: la soledad, la complejidad de las relaciones humanas y por qué no, el valor de las cartas, especialmente la última que escribe Theodore. Donde digo carta también digo email, obviamente.

Pese a que nadie indica expresamente que eso es el futuro – no hay fechas, la tecnología que se usa cotidianamente allí ya existe-, todos lo intuimos en los primeros segundos de película. O queremos pensar que es el futuro porque aún no hemos llegado ahí. Y en ese futuro la singularidad ya no consiste en que los robots quieran dominarnos sino en que se aburren de nosotros y deciden abandonarnos. Sin dudas, parece mucho peor. Devuélvannos los coches voladores.

La música de Arcade Fire, inspiradora. La fotografía, impecable. La película para mí ya se lleva un 10 sólo por el cuadro en el que Theodore está sentado y un búho baja detrás en una pantalla gigante.

Me gustaron estas reseñas:

Todo ángel es terrible, Marta Peirano para JotDown
Why Her Will Dominate UI Design Even More Than Minority Report, Kyle Vanhemert para Wired