El otro día llegó el nuevo invento de Google a mis manos y pude probar las famosas gafas. Me llamaron mucho la atención y escribí mis impresiones para Diario Turing: 20 minutos con las Google Glass.
Cómo Sleep Cycle mejoró mi productividad a través de los ciclos de sueño
A todos nos ha pasado: dormir muchas horas pero levantarnos hechos unos zombies y otras veces despertarnos estupendos a pesar de haber dormido poco. ¿Por qué sucede esto? Está relacionado con los ciclos de sueño y el momento en que el despertador irrumpe en ellos. Si podemos definir a qué hora nuestro ciclo se «cierra», y nos despertamos después de salir naturalmente del sueño más profundo, nos levantaremos con una sensación de haber descansado bien y evitaremos la sensación de fatiga y somnolencia, también llamada «inercia del sueño».
Las cosas que pasan dentro de nuestra cabeza mientras dormimos son uno de los mayores misterios de este mundo, pero con ayuda de encefalogramas se han logrado definir unas etapas que todos experimentamos: básicamente el sueño REM (rapid eye movements en inglés, movimientos oculares rápidos) y el no REM, además de otras etapas intermedias.
En 2005 comenzaron a aparecer en el mercado despertadores con alarmas capaces de detectar el estado más liviano del sueño para despertarnos en ese momento. Los acelerómetros de los smartphones hoy son ideales para esto porque permiten registrar los movimientos involuntarios que realizamos mientras dormimos y traducirlos en un esquema para mostrar nuestros ciclos de sueño durante la noche. Aplicaciones como Sleep Cycle utilizan esto para saber en qué momento es mejor despertarnos atendiendo el ciclo de nuestro sueño. Se pone el dispositivo móvil sobre la cama, con la pantalla táctil hacia abajo para que así capte todos los movimientos involuntarios que realizamos mientras dormimos.
Para qué sirve monitorear nuestro sueño
Empezar a usarla me ha hecho sentirme mejor en general durante el día, porque en primer lugar, la aplicación cumple su objetivo, que es despertarte en el mejor momento de tu sueño.
Uno debe definir a qué hora como máximo tiene que estar levantado y qué margen de tiempo damos a la aplicación para que nos pueda despertar antes. Se recomienda media hora, con lo que por ejemplo, si tenemos que despertarnos a las 8, desde las 7.30 puede ser que suene nuestro teléfono, en cuanto detecte que estamos en la fase del sueño liviano. Si no la hemos alcanzado, de todas maneras nos despertará a la hora indicada.
Pero en segundo lugar, y no menos importante, esta app me ha hecho consciente de la calidad del descanso, algo que normalmente uno tiende a dejar de lado. Me fascina revisar todas las estadísticas y datos que genera a partir de las horas de sueño, y esto fue lo que me hizo dar cuenta de cosas como que por ejemplo rara vez duermo más de 6 horas, y de ahí que se hizo muy importante que esas horas sean realmente reparadoras (cosa que no siempre sucede, algo que también notarán mirando gráficos).
La forma del sueño es ondulada: un hipnograma es un registro de las etapas de nuestro dormir, y en él podemos ver cómo vamos hundiéndonos en el sueño, y luego volviendo al estado REM, para ir a un sueño liviano y después volver a iniciar el siguiente ciclo de sueño. Cada ciclo dura unos 90 minutos, y en los primeros es normal que el sueño sea más profundo que en los siguientes.
Una de las cosas que más me gustan de Sleep Cycle es que, además de dejar registrado cómo te levantas apenas te despiertas (bien, mal, regular) puedes configurar tus sleep notes, es decir, notas que agregas a tu día a día y que quieres recoger como variables para ver cómo influyen en tu sueño. Por ejemplo: tomar café o té, cenar tarde, hacer ejercicio o haber tenido un día estresante, y luego obtener conclusiones a medida que sumas noches a tus registros.
Se ha dicho que esta aplicación daba datos falsos y no medía realmente los ciclos de sueño, y algunos usuarios mostraban gráficos con picos que se habían obtenido simplemente poniendo el smartphone sobre una mesa. Pero luego se demostró que estas acusaciones estaban equivocadas. Además de que la mayoría de sus usuarios han podido comprobar que los datos son legítimos y se corresponden con la realidad, médicos especialistas del sueño, como Robert Geck, del Instituto para Desórdenes del Sueño en Tampa, han comparado su funcionamiento con el de un encefalograma, confirmando su efectividad, aunque obviamente la app no tenga la complejidad de un estudio de estas características.
Lo que puede suceder es que el sensor es, valga la redundancia, muy sensible y a veces puede necesitar 1 o 2 días hasta que se calibra correctamente el acelerómetro. Cuando está calibrado, Sleep Cycle es extremadamente sensible al movimiento, puede detectar hasta vibraciones muy leves. Por ejemplo, un camión pasando por la calle afuera. Cuando se pone el iPhone sobre una superficie plana, Sleep Cycle detecta muy poco movimiento y por ello asume que los movimientos del usuario son muy difíciles de detectar, por lo que entra en un modo en el que cada movimiento es tratado con mucha relevancia, y por eso crea un gran pico en la gráfica.
Otras apps para monitorear el sueño
Sleep Cycle está disponible para iOS (iPhone y iPad), por 0,89 euros. Hay una imitación para Android por 1,49 euros, pero no es tan buena. Otras aplicaciones similares que te ayudan a despertarte en el estado óptimo son:
Absalt EasyWakeup es una aplicación del mismo tipo, que también tiene la función de alarma en función de tus estados de sueño y recoge estadísticas y datos. Está en estos momentos con un descuento para iOS del 50% y cuesta 4,49 euros.
Smart Alarm Clock FREE: sleep cycles & phases: Más simple que el resto esta app se encuentra disponible gratuitamente para Android aunque no funciona en los últimos dispositivos como el Nexus One, debido a que su desarrollador ha admitido que tiene pendiente actualizarla. En iTunes podemos encontrarla a 0,89 euros para iOS.
Este post fue publicado originalmente por mí en Bitelia.
Las impresionantes cifras de algunos productos de Google
Días atrás Chrome superaba a Internet Explorer por primera vez en la historia como navegador más usado a nivel mundial, y hoy Google da varias cifras interesantes sobre la cantidad de usuarios de Chrome y otros de sus productos, como el recién lanzado Drive, la Chrome Web Store y otros ya clásicos como Gmail.
Si eres de los que como yo te preguntas si dependes demasiado de Google, míralos y piensa que no estás solo.
- 310 son los millones de usuarios activos con los que cuenta Chrome. Cifra que casi dobla los 160 millones, la que se anunció el año pasado en la I/O, su conferencia anual de desarrolladores.
- 60.000.000.000 (60 mil millones) de palabras son tecleadas por día en el rectángulo vacío de la búsqueda de Chrome, algo así como si cada día se escribieran 100.000 libros. Qué difícil además cuantificar el enorme cambio que esto está produciendo en nuestra forma de buscar información en la web.
- 13 años diarios son los que ahorran los usuarios que utilizan la carga previa y Omnibox, la barra de direcciones que también es caja de búsquedas.
- 425 millones de personas usan activamente Gmail
- 10 millones de usuarios son los que tiene ya Google Drive a 10 semanas de su lanzamiento.
- 5 millones de empresas desarrollan su actividad en la nube con herramientas de Google.
- 42 es el número de países en los que está disponible la Chrome Web Store (bonito número ¿verdad?), y sus aplicaciones se han instalado más de 750 millones de veces.
Este post fue publicado originalmente por mi en ALT1040.
Xerox invierte en el desarrollo de nuevas redes de contenidos
El Xerox PARC (siglas surgidas de Palo Alto Research Center) es un mito viviente de los entusiastas de la tecnología. PARC fue una división de investigación que Xerox creó en los 70, en la que llegó a invertir más de 100 millones de dólares y de la que surgieron muchos adelantos tecnológicos que usamos hoy: el mouse, la impresora láser, la red Ethernet, la posibilidad de conectar entre sí ordenadores personales; la interfaz gráfica de usuario (GUI), posibilitando los íconos y las ventanas; el editor de texto WYSIWYG y una larga lista, en la que también entra el desarrollo del protocolo IPv6. Ha creado muchos de los estándares informáticos más usados. Su contribución a la historia de la tecnología de la información y del hardware es inmensa.
Como sabemos, algunos privilegiados, como Bill Gates y Steve Jobs pudieron conocer sus proyectos y se basaron en ellos para sus productos, lo que luego derivó en múltiples acusaciones de violación de copyright: Apple demandó a Microsoft y Xerox denunció a Apple, pero esta es otra historia.
Aunque a veces criticada por no haber sabido comercializar la innovación que producía, PARC tuvo un éxito impresionante y a causa de eso se separó de Xerox en 2002, convirtiéndose en una subsidiaria propiedad de ésta. Actualmente sigue siendo un espacio de investigación donde con la participación de socios comerciales (como Panasonic, Samsung, Huawei, Sony, Boeing o Motorola) trabaja en la tecnología que se usará de aquí a 5-10 años.
¿En qué anda hoy Xerox? Nadie mejor para contarnos esto que John Tripier, director de desarrollo de negocio que estuvo en Madrid ayer hablando con ALT1040 y otros medios. Tripier presentó las nuevas redes de contenidos en las que está trabajando Xerox: las CCN, Content-Centric Networks.
Tripier explicó que los principales problemas con los que se encuentra internet hoy son la distribución transparente de contenidos, la movilidad, la seguridad y la escalabilidad. Internet fue diseñada para comunicarse originalmente como una red «de extremo a extremo» pero hoy se ha convertido en una red de distribución para compartir contenidos multimedia, y se está congestionando cada vez más ante el volumen creciente de datos de este tipo que circulan a través de ella. «Si todo el mundo usara Netflix, la red colapsaría, no está preparada para eso ahora», dijo Tripier.
Las redes CCN distribuyen y entregan piezas de contenido a nivel de paquetes de la red, lo que permite un almacenamiento en la memoria caché automático y neutral con respecto a la aplicación, sin relación con el alojamiento en la red de estos contenidos. Una de las diferencias de esta red es que pone el foco de la seguridad en el mismo contenido y no en la red: al tener el contenido cifrado, con un sistema que sabe cómo manejar estos paquetes, la privacidad del usuario no se vería afectada.
Preguntado por la neutralidad de la red tanto en esta como en CDN, la red de Telefónica, comentó que se trata de otra tecnología, que también es un gran proyecto y que realmente la neutralidad de la red no depende tanto de los protocolos en sí como de la forma de implementación del sistema, algo que habrá que ver más adelante.
Hablando de Netflix y las dificultades actuales para que un sistema así funcione actualmente en España, Tripier se mostró optimista y dijo que ya llegará, que sólo es cuestión de tiempo.
Este post fue publicado originalmente por mí en ALT1040.
Los retroperiodistas del futuro
Retrofuturismo cercano. No habrá autos voladores pero tenemos las computadoras, y eso sí que no nos lo imaginamos entonces. El recorte del periódico data del 4/3/81, no he encontrado referencias al nombre de la publicación. Cuando lo ví, pensé: ¡vivimos en el futuro!
A propósito del retrofuturismo, un librito con postales francesas de 1910 que me regaló Charlie November.
via @patrihorrillo
El empleo se queda obsoleto
Now that we’re in the digital age, we’re using technology the same way: to increase efficiency, lay off more people, and increase corporate profits.
While this is certainly bad for workers and unions, I have to wonder just how truly bad is it for people. Isn’t this what all this technology was for in the first place? The question we have to begin to ask ourselves is not how do we employ all the people who are rendered obsolete by technology, but how can we organize a society around something other than employment? Might the spirit of enterprise we currently associate with «career» be shifted to something entirely more collaborative, purposeful, and even meaningful?
Douglas Rushkoff, full article in CNN (traducción al español en Derecho a Leer).
Las nuevas tecnologías y el idioma español
Vuelve este debate sobre si las nuevas tecnologías (sigo sin saber por qué les llamamos nuevas, pero es tema de otro post) afectan a la salud del español. Cuando la gente de RTVE me invitó a participar en el programa especial dedicado al español en El Debate de La 2, pregunté en Twitter y muchas respuestas coincidían en que el lenguaje SMS empobrece el idioma y tiene la culpa de que los jóvenes (sic) no sepan escribir. Me llamó mucho la atención y pregunté si la culpa de que no supieran escribir la tenía el móvil o quienes forman a esos jóvenes: sus padres y su escuela. Yo por mi parte veo cada vez más gente interesada en escribir mejor, en las normas y la gramática, y cuando hablo de estos temas con mis querido equipo de bloggers, agradecen mucho cualquier manual o explicación de cómo mejorar nuestra escritura.
Vivimos en la época en la que más contenido se ha generado por persona en la historia, y en la que más cantidad de información se consume. Las nuevas tecnologías traen una multiplicidad de códigos nuevos que tenemos que aprender a manejar para comunicarnos, pero eso nunca empobrece el lenguaje sino todo lo contrario: abre nuestra mente a nuevos escenarios donde podemos encontrar nuevos medios de comunicar mejor nuestro mensaje.
Sigo recibiendo mensajes agradecidos de quienes vieron el programa y también de quienes no pudieron verlo, así que dejo aquí el enlace a la web de RTVE donde está el video. En el plató estuve con (desde mí a mi derecha): Xosé Castro, traductor y divulgador lingüístico; Benjamín Prado, novelista y poeta; María Casado, la presentadora del programa; Carmen Caffarel, directora del Instituto Cervantes; Pedro Álvarez de Miranda, catedrático de Lengua Española y académico de la Lengua y Alberto Oliart, presidente de RTVE.es.