culebrón fon

Vemos un capítulo más en la historia de los blogs: ahora es cuando los que se han dado cuenta de su poder comunicativo afinan estrategias para divulgar contenidos.
Diego se queja de ser spameado continuamente, y esta vez Fon ha sido víctima de su propia estrategia de marketing viral. Mientras todos tratan de responderse si es cierto eso de que «no importa si hablan bien o mal, lo importante es que hablen», y otros mantienen que una regla de oro es «no cabrees al blogger», lo cierto es que con estos culebrones nos lo pasamos en grande. Yo lo que quisiera ver es ese intercambio de emails del que habla Juan Varela que debe estar jugosísimo. Cosas que nos perdemos los bloggers que no somos spameados…

Lo resume mucho mejor Periodistas 21

Del macrobotellón a la sentada

El domingo decenas de ciudades de España asistirán a la tercera protesta pacífica de jóvenes en demanda de acceso más fácil a la vivienda

ELPAIS.es – Economía – 26-05-2006

La escalada de precios de la vivienda en España ha hecho que comprar un piso no sea ya difícil, sino imposible, para muchos jóvenes. Este problema se hace especialmente patente en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, donde el precio por metro cuadrado roza –cuando no supera- los 6.000 euros el metro cuadrado. Ante esta situación, y con Internet como vehículo, está naciendo una protesta que quiere crecer, domingo a domingo: la sentada pacífica por una vivienda digna.

Ya no es cuestión de alargar la hipoteca, de apretarse el cinturón y de no salir de casa ni para tomar unas cañas, ni de dejársela a los hijos en herencia. Comprar una casa ha quedado desde hace meses fuera del alcance de la mayor parte de los jóvenes, que ven impotentes cómo tienen que dedicar más del 80% de sus sueldos para acceder a una vivienda de un solo dormitorio. Y eso, cuando pueden compartir la cuota de la hipoteca (con su pareja o con amigos).

Respecto al alquiler, sus precios han ido subiendo durante los últimos años al mismo paso que lo hacía el del suelo, y pese a que ya se perciben algunas señales de moderación, en las grandes capitales sigue siendo casi imposible encontrar un apartamento de un solo dormitorio (si no tienen paredes se les conoce eufemísticamente como estudios) por menos de 700 euros al mes.

Así las cosas, miles de jóvenes han comenzado a organizarse a través de la Red para exigir a los poderes públicos que muevan ficha. No tienen un objetivo concreto, y sus protestas se dirigen igual al Gobierno que al Congreso de los Diputados, sin olvidar las Comunidades Autónomas. Y como todos los movimientos emergentes, las sentadas están creciendo rápidamente.

Del macrobotellón a la sentada

Si el domingo 14 de mayo, día de la primera sentada, los asistentes se contaron por cientos en Madrid y Barcelona, el pasado día 21 fueron ya varios miles en estas dos ciudades. Al mismo tiempo, otros muchos se reunían, por decenas, en más de 60 ciudades de todo el país. Y es muy probable que la repercusión de estas protestas en los medios anime a otros muchos el domingo que viene.

Calificadas como espontáneas por esos mismos medios, lo cierto es que sería más correcto calificarlas como independientes, ya que su génesis está en varias iniciativas surgidas en Internet, en torno a las cuales se agrupan los jóvenes, que –al menos hasta ahora- no tienen relación alguna con partidos políticos, sindicatos, asociaciones o cualquier otro grupo de interés.

Tampoco tienen nada que ver con los macrobotellones que se convocaron el pasado mes de marzo en toda España, ni con las protestas estudiantiles francesas de primeros de años contra el contrato de primer empleo impulsado por el gobierno de Dominique de Villepin, aunque algunos participantes quieran sentirse herederos de ese tipo de protestas.

”¡Que corran las cadenas de emails!”

Uno de los pilares de este movimiento es el WiKi (página que pueden editar todos los usuarios) que alberga Ignacio Escolar en su sitio ‘web’ personal. Este periodista, actual director adjunto de La Voz de Almería, Cadena SER Almería y Localia Almería, es el anfitrión virtual del movimiento, y en su página se dan cita todos los jóvenes que quieren fomentar este movimiento incipiente.

“¡Que corran de nuevo las cadenas de emails! ¡Colgada masiva de carteles pero ya! ¡Blogeo masivo!”, dice la convocatoria para la tercera sentada. A las 19 horas, en la Puerta del Sol en Madrid, y en la Plaza Cataluña, en Barcelona.

Ahora, el movimiento pasa por un momento crucial, ya que las dimensiones de las protestas y su repercusión hacen que algunos grupos con intereses políticos se suban al carro de las reivindicaciones.

“Sín violencia, sin miedos, cortapisas, ni abucheos de ningún tipo entre los participantes. Ni directrices unidireccionales que coarten la creatividad. No vamos uniformados”, dice la citada página, en la que estos días se vive un intenso debate sobre la necesidad de formalizar las protestas, y de mantener el carácter pacífico.

Entre lo independiente y lo legal

“Básicamente, no podemos legalizar una manifestación si no lo avisamos a las autoridades al menos con 10 días de antelación (…).Y necesitaríamos unos ‘organizadores’ responsables…”, dice el autor de la página, señalando la posibilidad de acudir a los sindicatos para que actúen como intermediarios en la Delegación de Gobierno.

En la discusión –abierta-, las opiniones se dividen: “Me gusta la idea de movilización descentralizada, pero también es cierto que hace falta un mínimo de estructura”, dice un joven, que señala el peligro de que los más radicales echen por tierra los esfuerzos de una mayoría con buenas intenciones. E inmediatamente le responde otro: “me parece que (se) nos intenta obligar a pasar por el Aro y que ocurra como siempre: los sindicatos se hacen cargo de la manifestación”.

Y mientras discuten, se acerca el día de la sentada. “Que lo vean en el mundo”, dice otro joven, que piensa que si los medios de comunicación internacional se fijan en lo que ocurre en España, los poderes públicos no tendrán más remedio que actuar. Mientras, y a sólo unos clics de distancia, las páginas de compraventa y alquiler de pisos señalan al problema sangrante: “En venta. 35 m2, interior. Antigüedad más de 30 años. Un dormitorio. 200.000 euros”.

Lo que piden

Los argumentos de las sentadas por una vivienda digna se han recogido en un manifiesto en Internet. En él se pueden leer, entre otras, las siguientes demandas:

1.-Incremento del gasto público en la construcción o puesta en el mercado de vivienda protegida, preferiblemente de promoción pública y en ayudas directas al alquiler.

2.-Enérgico aumento de la presión fiscal sobre los titulares de viviendas secundarias y, sobre todo, para los de viviendas vacías.

3.-Informes mensuales rigurosos, amplios e imparciales sobre la evolución de los precios de la vivienda, y revisión del peso del coste de la vivienda en el cálculo del Índice de Precios al Consumo.

4.-Creación de una agencia de control del fraude inmobiliario con amplios poderes.

5.-Supresión de trabas administrativas a la autoconstrucción de viviendas y fomento del cooperativismo como vía alternativa para la construcción de viviendas.

burbuja

Siempre me pareció una opción válida alquilar. No pagaría una vivienda por más del 100% de lo que vale, así como no pago por una barra de pan más de lo que vale.

El tema hierve en varios blogs, y foros, también ha llegado a menéame.

Copio y pego el texto de viviendadigna.org a continuación:

Los cálculos de todos analistas son que las viviendas están entre un 50% y un 150% por encima de su valor real. Si conseguimos pinchar la burbuja inmobiliaria, y ahora mismo se dan unas condiciones idóneas para ello, en un plazo que puede oscilar entre los 18 y los 24 meses, te comprarás la casa de tus sueños a la mitad de su precio actual. Tú decides si quieres gastarte ahora 80 millones de pesetas en un piso “inflado” o si prefieres comprártelo por 40 dentro de 22 meses.

¿Cómo se pincha la burbuja?

Como ya se ha dicho repetidamente en este y otros foros, la clave para que bajen los precios de las viviendas es que se reduzca la demanda. Eso es indiscutible desde la perspectiva de la economía de mercado (y no hay otra). Mientras haya una fuerte demanda (o incluso simples expectativas de demanda) la especulación hará su agosto.

Hay tres grupos de demandantes de vivienda en España:

1) las personas que realmente necesitan una vivienda, bien porque buscan autonomía personal o quieren formar una familia, o bien porque quieren dejar de pagar un alquiler. Este grupo lo forman casi exclusivamente jóvenes de entre 20 y 35 años y trabajadores inmigrantes.

2) Los inversores/especuladores que, con intención de explotar la necesidad del grupo anterior, utilizan sus excedentes de capital (sea por ahorro, beneficios empresariales, rendimientos de negocios familiares, especulación en bolsa o como rédito de algún tipo de delincuencia organizada) para adquirir viviendas y, amparándose en un régimen fiscal altamente favorable, esperar a que suban lo bastante para devolverlas al mercado sensiblemente encarecidas.

3) Los nacionales (o extranjeros, de la CE principalmente) que buscan una segunda residencia.
Afortunadamente el grupo más numeroso, todavía, es el primero; por lo que está en su mano encauzar la oferta y la demanda hacia una bajada de precios. No obstante, hay una serie de obstáculos que hay que vencer para que ese grupo tome conciencia de que puede y debe hacerlo. Todos ellos son factores psicológicos de una terrible fuerza: la idea de que alquilar es tirar el dinero, de que no se es verdaderamente libre hasta que no se posee el lugar donde se vive, de que en una comunidad mercantilista no se es nadie si no se es propietario de algo y, por supuesto, la quimera de que comprando no solo se convierte uno en propietario, sino también en inversor, por lo que empieza uno a enriquecerse desde el mismo momento en que firma la hipoteca.

Por otro lado, una serie de grupos con enormes intereses en el sector alimentan constantemente esa postura psicológica y fomentan la obsesión de la gente por adquirir vivienda al precio que sea: los promotores inmobiliarios, las entidades financieras, las agencias de compra-venta de inmuebles, los inversores/especuladores (el segundo grupo de demandantes al que nos hemos referido antes) y hasta el propio gobierno, al que se ha convencido de que el PIB nacional depende tanto de un alza en los precios de las viviendas que sería una catástrofe que éstas bajaran.

Desgraciadamente hay otro grupo más numeroso e influyente que todos esos y que presiona en la misma dirección: son todos aquellos que ya tienen solucionado el problema porque ya compraron, y que instan constantemente a quienes todavía no lo han hecho, a que lo hagan. Este grupo, a pesar de no tener intereses directos, ejerce mucha más presión que los otros, dado que en él se incluyen los familiares, amigos y conocidos de todos los que buscan vivienda, y sus posturas van desde una sincera preocupación por su problema hasta considerarlos idiotas –esta última es típica de quien se ha hipotecado recientemente a 40 años o más (seguramente no estará muy seguro de lo que ha hecho).

A pesar de todos estos condicionantes, a pesar de sentirse desvalido y presionado desde todos los ámbitos, el futuro comprador puede hacerse dueño de la situación con suma facilidad.

¿Por qué son idóneas las condiciones actuales para pinchar la burbuja?

* En primer lugar porque los precios han alcanzado unos niveles tan desorbitados que ya empiezan a fallar todas las trampas que el mercado ha venido poniendo para “cazar” nuevos compradores, la más perniciosa de las cuales ha sido la ampliación de los plazos de amortización de los créditos hipotecarios, que han llegado ya a los 50 años. La gente tiene que asumir que una hipoteca a 50 años es en realidad una deuda intergeneracional, y que es moralmente inaceptable lastrar el futuro de sus hijos, muchos de los cuales aún no han nacido, con cargas que no sabemos si aceptarían.

* En segundo lugar porque los precios han ralentizado su ascenso y es más fácil que la gente se convenza de que merece la pena esperar a ver que pasa.

* En tercer lugar porque hemos entrado en una crisis del petróleo que disparará la inflación y hará subir el precio del dinero (los tipos de interés), por lo que las cuotas mensuales se pondrán prohibitivas, incluso a 50 años de amortización.

Así pues, lo único que falta para cerrar el círculo es que el principal grupo de compradores, los que de verdad necesitan una vivienda, decidan demorar por un tiempo la compra. Si alquilan durante un par de años (como máximo), los aproximadamente 2,5 millones de pesetas que se gastarán en ello son, en realidad, la mejor inversión de su vida, ya que puede suponerles unos ahorros de hasta 50 millones, dependiendo del tipo de inmueble que estén buscando ¿Alguien conoce algún valor, fondo de inversión, imposición bancaria u obligación del Estado capaz de alcanzar una revalorización del 2000% en dos años?

En el mercado hay sobrada oferta de viviendas de alquiler y a precios razonables, sobretodo si los comparamos con los precios de venta. Considerar una estupidez pagar por un alquiler es como considerar que pagar por una habitación de hotel es cosa de idiotas. Alguien te ofrece un servicio (en este caso pone a tu disposición una vivienda durante un determinado periodo de tiempo) y tú pagas por ello ¿Qué hay de estúpido en esa transacción comercial? Cuando se dice que por el mismo precio del alquiler, o algo más, podrías comprar casa mediante una hipoteca a un plazo lo bastante largo, se olvida que con los precios de venta actuales, a lo que puedes acceder es a una vivienda mucho más pequeña y peor situada que la que consigues alquilando, y que estarás pagando ese precio (o bastante más si los tipos de interés suben) durante 40 o 50 años. O visto de otro modo, con el capital e intereses que hay que invertir para comprar una vivienda, podrías alquilarla durante 100 años o más ¿Quién es entonces el estúpido?

¿Qué pasa si, a pesar de todo, los precios no bajan?

Ese es un escenario económicamente improbable y sociológicamente imposible. Los únicos requisitos para que la estrategia no falle son que la gente se mantenga en sus trece como mínimo durante un año y medio y, por supuesto, que la postura de alquilar en vez de comprar, sea ampliamente secundada.

Sin embargo, hay que tener muy claro el escenario que se producirá una vez que la gente se decida a pinchar la burbuja. Esta es quizá la parte más importante de esta propuesta y por eso debería ser difundida y leída por el mayor número posible de personas interesadas.

1.-En los primeros meses el mercado apenas mostrará reacción. Sus agentes (inmobiliarias, órganos de la Administración, bancos, etc.) no mostrarán mayor alarma e incluso de instalarán con más fuerza en su postura de la bicoca: “compre ya y hágase usted también rico”. Es posible que al empezar a bajar los precios (las primeras en resentirse serán las viviendas que más han subido) los inversores/especuladores aprovechen para hacer algunas adquisiciones en lo que puede parecer un buen negocio, por lo que proporcionarán al mercado un pequeño balón de oxígeno.

2.-Una vez pasada esa primera aparente reacción al alza, los precios empezarán a caer, ahora ya en caída libre. La explicación es muy sencilla. Aunque algunos inversores “ingenuos” han visto una buena oportunidad en cuanto los precios se han estancado o han bajado un poco, la mayoría, versados todos ellos en las lides de la especulación, estaban a la expectativa y, en cuanto se dan cuenta de que la reacción al alza es solo un espejismo, se lanzan en tromba a liquidar sus inversiones. Esa es la dinámica de todo crack especulativo, y ha habido ya unos cuantos.

3.-En este momento, calculo que al año más o menos desde que la gente se decidió por el alquiler, ya se ha puesto de nuestra parte, muy a su pesar, el grupo de los especuladores; precisamente el que más daño hizo en la fase de inflación. Por supuesto, vendrán los pánicos de las entidades financieras y del gobierno, las llamadas a la tranquilidad, el anuncio de ayudas al sector, las medidas para reactivar la demanda, etc.

4.-Pero hay que mantenerse firmes, Que no te convenzan de que tú eres el culpable de nada: ni del paro en la construcción, ni de las dificultades de tal o cual empresa, ni mucho menos de la reducción del PIB o del estancamiento económico. Tú solo querías y quieres comprarte una vivienda a precio real de mercado y no gravada con una especie de “impuesto revolucionario” que iba a parar a manos de unos cuantos especuladores sin escrúpulos. Fue el gobierno el que te empujó a actuar por tu cuenta al no hacer nada para regular un mercado basado en la rapiña y la corrupción.

A pesar de que los precios ya han bajado bastante y puede resultar tentador comprar, hasta que la vivienda deseada no esté al 50% del valor que tenía al inicio del proceso, conviene no hacerlo; tanto por la pérdida absurda de dinero que ello supone como por el riesgo de detener el proceso antes de tiempo. Date cuenta que la demanda se está acercando a cero, puesto que no solo los compradores necesitados se han decidido a esperar y los especuladores a vender, sino que quienes buscaban una segunda residencia, o sea, quienes menos prisa tenían por comprar, a la vista de lo que está ocurriendo, también habrán dejado su decisión en suspenso.

5.-En la fase final del proceso las propias agencias de compra-venta, que tan dañinas han sido en la fase de inflación de precios, también se pondrán de nuestra parte. Piénsese que estas empresas son neutras en cuanto a que el mercado esté al alza o a la baja (si bien prefieren lo primero antes que lo segundo, puesto que sacan más dinero en cada transacción). Lo que no se pueden permitir es que el mercado se paralice, por lo que si antes decían a sus clientes vendedores que podían sacar a sus inmuebles muchos más millones que los que nunca hubieran soñado, ahora les dirán que vendan por lo que sea.

Así pues, el pinchazo de la burbuja inmobiliaria es un proceso que se alimenta a sí mismo. Lo único que tenemos que hacer quienes necesitamos una vivienda es sentarnos a esperar en nuestra butaca de nuestro piso de alquiler.

Pero que nadie se alarme, el país no se hundirá por ello. Afortunadamente España cuenta con sectores más imaginativos, más saneados y más honestos para crecer económicamente. No solo eso, sino que una vez racionalizado y equilibrado el sector de la construcción, éste volverá a quedar en manos de los empresarios más especializados y más capaces (ahora mismo promueven viviendas hasta los toreros), desapareciendo felizmente de la escena tanto personaje siniestro, prevaricador y corrupto.

Por último, el presupuesto básico de esta propuesta es que suscite una respuesta masiva de quienes necesitan comprar, decidiéndose por el alquiler; para lo cual es necesario que llegue al máximo posible de personas interesadas. Se podrían difundir mensajes cortos como los que aparecen al principio de propuesta, ya sea mediante bloggs, foros, e-mail o SMS, aunque siempre poniendo como referencia esta página web o alguna otra donde pueda leerse o descargarse el contenido completo de la propuesta. Son también válidas las pegatinas en autobuses o escaparates, las chapas, los anuncios en los tablones de la Universidad o en las secciones de compraventa de los periódicos, etc. En todo caso, lo que hay que cambiar es la tendencia de la presión a la que se ven sometidos los posibles compradores por su entorno más próximo, de ahí que sea muy importante una masiva inundación de mensajes a favor del alquiler como medida temporal para poder acceder a una vivienda digna en propiedad.

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El destello de la República

75º aniversario de la II República
El destello formidable de la República

Soledad Gallego-Díaz

Negarse a reconocer lo extraordinario de aquella experiencia resulta mezquino.

La República que se conmemora el 14 de abril tuvo personajes magníficos. Probablemente, como decía el periodista Hunter Thompson, hay momentos en los que sin que se sepa por qué la energía de toda una generación produce un destello formidable. Eso fue la proclamación de la II República española: un destello de esperanza en un mundo que todavía no conocía Auschwitz, ni Hiroshima ni el Gulag. Un destello magnífico cuando todavía las esperanzas estaban intactas. Negarse a reconocer lo extraordinario de aquella experiencia, como proponen los negacionistas del Golpe de Estado del 18 de Julio, resulta mezquino, no para la izquierda de este país, sino para el país entero. La II República no es hoy día la herencia de un partido, sino la herencia que dejó aquella generación, de la que se esperó mucho, a esta otra, a la que mucho le es dado, en uno de esos misteriosos ciclos de los que hablaba Roosevelt.

Uno de esos personajes formidables fue una mujer a la que no se cita frecuentemente entre los creadores de la II República, pero sin la que la Constitución de 1931 no hubiera incluido nada menos que el sufragio universal. La feminista Elizabeth Stanton decía que la República consistía en dar a los hombres sus derechos, nada más… «Y en darle a las mujeres sus derechos, nada menos». Y eso es exactamente lo que consiguió Clara Campoamor. El debate que propició aquella diputada madrileña, su herencia, sigue vigente hoy día: ¿se puede posponer el reconocimiento a la igualdad legal de las mujeres hasta que se produzca una modernización suficiente de la sociedad, encomendada a los hombres?

Muchos expertos, y expertas, estiman, por ejemplo, que no pasa nada por aprobar ahora en Irak, o en Afganistán, bajo la supervisión de las democracias occidentales, Constituciones que discriminan legalmente a las mujeres, a cambio de un acuerdo entre los principales partidos que saque adelante el país. Ésa es prácticamente la misma postura que mantuvo en 1931 Victoria Kent y contra la que se alzó Campoamor: «Nadie como yo sirve en estos momentos a la República», porque la República no puede sacrificar el derecho de media población, sea cual sea la moneda de cambio. Algo tan simple si se aplica a los hombres sigue siendo, sin embargo, hoy día motivo de discusión cuando afecta a las mujeres.

El voto femenino se aprobó, justo es decirlo, gracias a una extraña mezcla de socialistas y de grupos de derecha que compartían, seguramente, los argumentos de Kent. A Campoamor la izquierda le reprochó siempre la victoria de la CEDA en 1933 y el éxito del Frente Popular en 1936 no cambió nada. Nadie le pidió perdón. Ella no ocultó su amargura: «No espero que se eleve una voz, una sola, que desde ese campo de la izquierda, de quien hube de sufrirlo todo, por ser el único que ideológicamente me interesa, una sola voz que proclame que no fui yo la equivocada».

Clara Campoamor, hija de un contable y una modista, empezó a trabajar a los 13 años y entre los 32 y los 36 hizo el bachillerato y la carrera de Derecho. Murió en el exilio en 1972. Con su impulso, y el de otros hombres y mujeres, la II República aprobó la igualdad de derechos de ambos sexos, el acceso de la mujer a la vida pública, la abolición de la prostitución regulada, el derecho al aborto, el matrimonio civil y el divorcio de mutuo acuerdo, la supresión del delito de adulterio aplicado sólo a mujeres, la educación mixta, la protección a la maternidad, la equiparación salarial, la investigación de paternidad, el reconocimiento de hijos naturales y la patria potestad compartida. Prácticamente todos esos derechos fueron suprimidos por el franquismo. Es absurda la idea de que no importa lo que un hombre, o una mujer, cree. Claro que importa: importa lo aquellos hombres y mujeres que proclamaron la República creyeron y lo que creían quienes lucharon contra ella. Y es una indecencia pretender que lo ignoremos.

EL PAÍS – España – 14-04-2006

ADSL en España

El precio del ADSL en España es un 32% superior a la media de Europa occidental

La penetración de la banda ancha crece un 2,5%, frente al 4,4% de los países del entorno

Patricia Fernández de Lis – Madrid

EL PAÍS – Economía – 17-04-2006

España está a la cola en crecimiento en el acceso veloz a Internet y a la cabeza en precio: es el segundo país de Europa Occidental donde más lentamente avanza el ADSL y el tercero donde más cuesta (34,60 euros, un 32% más que la media europea). De hecho, en los 17 países estudiados por la consultora Forrester, el precio ha caído un 17% mientras que la banda ancha ha crecido un 4,4%. Los usuarios españoles de ADSL, además, pagan un 435% más que los que usan la banda estrecha, y también son los que más se quejan del servicio que reciben.

A finales de febrero había en España 4,1 millones de líneas ADSL, un 48% más de las existentes en el mismo periodo del año anterior, según datos de la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones). El crecimiento no es suficiente, en todo caso, para que España pueda coger el velocísimo tren europeo de la banda ancha.

La consultora tecnológica internacional Forrester, que cotiza en el Nasdaq, ha publicado un informe sobre la evolución del acceso a Internet por alta velocidad en Europa Occidental, y su título lo dice todo: Las bajadas de precio y la competencia impulsan el crecimiento de la banda ancha en Europa. Según sus datos, la banda ancha creció un 4,4% de media en los 17 países estudiados (los Quince de la antigua Unión Europea más Noruega y Suiza) entre julio de 2004 y octubre de 2005, gracias a que los precios bajaron un 35% en el mismo periodo.

En el caso de Finlandia y Holanda, la caída de precios es tal que ya es más barato acceder a Internet con cualquier tecnología de banda ancha (como el ADSL o el cable) que hacerlo por la red telefónica tradicional. En Holanda, que es el país donde hay mayor penetración de la red veloz, el precio ronda los 17,5 euros.

La consultora resalta también el caso español, pero en negativo. Los españoles que acceden a la Red a alta velocidad tienen que pagar un 435% más que quienes eligen utilizar la banda estrecha, es decir, un módem y la red telefónica convencional. Los primeros pagan una media de 34,68 euros. Los segundos, 6,48 euros. España es el país de Europa Occidental donde la diferencia es mayor. La media europea es del 68% y, de hecho, en 11 de los 17 países, el precio está por debajo de 30 euros. «Este salto de precios reduce considerablemente el interés de los usuarios de la banda estrecha por pasarse a la ancha», dice el estudio.

En términos absolutos, además, el precio español es el tercero más caro de los estudiados, sólo por detrás de Noruega y Portugal. El precio se ha reducido un 23%, en todo caso, respecto al mismo periodo del año anterior.

¿Hasta qué punto afecta el precio al crecimiento de la banda ancha? «Es uno de los tres factores más importantes», asegura Lars Godell, analista principal de Forrester y encargado de este estudio. «Como hemos visto en estudios de años anteriores, los grandes recortes de precios han empujado la adopción de la banda ancha en los países con los mayores niveles de penetración», continúa. España es el segundo país (después de Grecia) donde más lentamente crece esa adopción: un 2,5%, frente al 4,4% de la media europea. «En España, los altos precios explican el endémico crecimiento del mercado», continúa. En Finlandia, por ejemplo, los precios han caído un 8%, y la banda ancha ha crecido un 7,8%. En Holanda, el coste cayó un 1% y el acceso veloz aumentó un 7%.

«En España, debe mejorar la competencia entre los operadores, y quizá sería buena idea que el Gobierno estimulara la compra de ordenadores y las conexiones en el hogar, como ya ocurre en otros países de Europa», opina Godell que, en todo caso, critica especialmente a los reguladores del mercado. «Deberían preocuparse más por los consumidores y los precios finales que por las tarifas de interconexión», explica.