IFFR | Cine español en Rotterdam

Hace mucho frío en Rotterdam, pero no solamente por eso las salas de proyección siguen llenas. Es que el Festival de Cine Internacional de Rotterdam no deja de mostrar nuevos títulos, cortos y largometrajes, a un público ansioso de buen cine y nuevas propuestas.

Este año se presentan tres largometrajes de producción española, de las cuales sólo Yo, de Rafa Cortés, ha participado en la competición, y aunque no ha ganado los premios Tiger, se ha llevado el premio de la crítica, el FIPRESCI, por la «intensa descripción de la batalla de un hombre para adquirir su identidad». Este film habla sobre «un hombre que, sintiéndose acusado de algo que no ha hecho, trata de demostrar una inocencia que nadie cuestiona», de donde surgirá el hecho de que su principal problema es él mismo. El escenario es un pueblito en Mallorca, y los ingredientes de esta trama son un trabajador alemán recién llegado, una sospecha, la necesidad de un trabajo. Está protagonizada por Alex Brendemühl (En la ciudad, Inconscientes), para quien Cortés escribió el guión.

También está en Rotterdam «Honor de Cavalleria«, de Albert Serra, una película sin demasiada acción de ningún tipo, un Quijote sin molinos de viento, encantadora y serena, de la misma manera en que el caballero y Sancho recorren un mundo todavía no afectado por la era moderna.

Optimisti (The optimists, por su título en inglés) es otro de los largos con participación española. El serbio Paskaljevic (The Powder Keg) cierra su trilogía con un optimismo naïf e infundado. Un cardiólogo, unos creyentes desesperados y un apostador joven son hábilmente engañados en esta obra de arte de cinco piezas, con el actor Lazar Ritovski en uno de los papeles protagónicos.

En cuanto a los cortos, España está representada con cuatro: Hamaca Paraguaya, de Paz Encina; Nasija, de Guillermo Ríos Bordón; An Open Letter to All the Terrorists of the World (Carta abierta a todos los terroristas del mundo), de Khavn; y You Can Walk Too (Tú también puedes caminar) de Cristina Lucas.

El efecto huida


Una de las tentaciones políticas más peligrosas es empeñarse en ofrecer respuestas simples a los problemas complejos, y eso es lo que está ocurriendo con el debate sobre la inmigración. A estas alturas, es muy difícil sostener que nuestras reformas legales juegan algún papel relevante en el hecho de que casi 30.000 africanos hayan llegado a las costas españolas a lo largo de este año. (…)

En realidad, de lo que estamos hablando es de un poderoso efecto huida: los africanos se aferran a cualquier oportunidad para salvar a sus familias de una vida miserable, y cualquiera en su lugar haría lo mismo.

(…)

Lo que es peor, los intereses creados en los países ricos pueden destruir con una mano lo que los ciudadanos y contribuyentes construyen con la otra a través de la ayuda al desarrollo, como demuestra el caso español. Mientras la cooperación oficial ha situado a África entre sus prioridades, incrementando los recursos y los esfuerzos para reducir la pobreza de este continente, otras políticas gubernamentales trabajan exactamente en el sentido contrario. España se opone, por ejemplo, a una reforma de la política agraria europea que beneficiaría a África enormemente. Un incremento de tan sólo el 1 por ciento en la cuota mundial de exportaciones que disfruta este continente se traduciría en un aumento de más del 20 por ciento en la renta media per cápita de los africanos, equivalente a 50.000 millones de euros anuales.

Gonzalo Fanjul, coordinador de investigaciones de Intermón Oxfan (EL PAÍS, 06/01/07).

Continúa–

La nómina de mi padre

La nómina de mi padre en diciembre de 1979 era de 38.000 pesetas. Él trabajaba como peón en una obra. En ese mismo momento le ofrecieron comprar una casa. Le pedían un total de 500.000 pesetas por ella.

Decidió no arriesgar y continuar viviendo en régimen de alquiler, en unas condiciones muy buenas. Se trataba de una casa modesta pero muy bien ubicada, en pleno centro de un pueblo cercano a Barcelona. A los pocos meses mi padre y mi madre compraron un terreno en otro pueblo de la misma provincia y en menos de cinco años de esfuerzo ya habían levantado y pagado una vivienda de 120m2.

Han pasado 27 años. En 2006 y en el mismo pueblo donde viven, un piso modesto de 75m2 a las afueras no se encuentra por menos de 35 millones de pesetas, y estoy siendo muy generoso. En el año 1979 el coste de un piso era del orden de 14 mensualidades de un peón de obra 38.000 pts/mes x 14 meses = 532.000 pts.

El sueldo en 2006 de un universitario recién titulado en ingeniería informática sin experiencia profesional no llega a las 200.000 pesetas mensuales. En el año 2006 una vivienda modesta cuesta 175 mensualidades (14 anualidades!!!!) de un ingeniero informático. 200.000 pts/mes x 175 meses= 35.000.000 pts Los jóvenes de hoy necesitaríamos cobrar 2,5 millones de pesetas mensuales para estar en igualdad de condiciones con nuestros padres que compraron una vivienda a principios de los años 80. (2.500.000 pts/mes x 14 meses = 35 Mill. de pts)

Los pisos en el año 2006 deberían costar 2,8 millones de pesetas para que los jóvenes de hoy estemos en igualdad de condiciones con nuestros padres en 1979. 200.000 pts/mes x 14 meses = 2.800.000 pts No encuentro adjetivo alguno en el año 2006 para calificar lo que mi padre considería arriesgado en 1979. Está claro que los pisos no van a pasar a costar de la noche a la
mañana 30 veces menos, de 35 a 3 millones. También está claro que no voy a cobrar 2,5 millones de pesetas mensuales, por muy buen trabajo que encuentre y por muchos estudios que tenga. Lo primero que se le ocurre a uno es seguir viviendo en casa de sus padres y ahorrar el 100% del sueldo durante los próximos 14 años, para el año 2020 (yo rondaré ya los 40 años de edad) tendré el dinero suficiente para comprar una vivienda al coste del año 2006 pero, por supuesto, no al coste del año 2020.

Evidentemente esta ocurrencia la desecha uno antes de hacer cualquier cálculo.

Aunque un joven bienintencionado consiga ahorrar 2, 4 o 6 millones con mucho esfuerzo en pocos años, a día de hoy nunca podrían evitar:

1. Pedir un préstamo al banco a 40 o 50 años (si consigues ahorrar 2, 4 o 6 millones puedes reducir el período a 35 – 45 años, pero 5 años no suponen prácticamente nada cuando estamos hablando de medio siglo de pago). Te darás cuenta de que no vives en una democracia sino en una dictadura. El dictador no se llama Francisco Franco o Fidel Castro sino La Caixa, BSCH, Banc de Sabadell o, en general, «la banca». Ni siquiera tendrás la libertad de decir lo que piensas a, por ejemplo, tu jefe, no vaya a ser que cierre el grifo y no puedas pagar al dictador.

2. La otra solución es pagar un alquiler de por vida. En este caso el dictador se llamará Juan García, José Pérez o Pablo el arrendador. La situación no es distinta a (1)

Después de esta reflexión ten la delicadeza de no decir a un joven que su problema es que no ahorra, eso fue válido para ti en 1979, incluso era válido para algunos jóvenes en 1999, pero no en 2006, en 2006 sólo consigues cargar con más impotencia, si cabe, al muchacho. El esfuerzo de nuestros padres, sin duda alguna admirable, no era estéril (podían obtener una vivienda de propiedad en un período de 5 años). El mismo esfuerzo realizado por nosotros, los hijos, sólo llega para quizá reducir en 5 años una hipoteca de medio siglo.

La vivienda nunca fue un objeto para enriquecerse, sino para vivir y es de lo poco material que sí necesitamos. La ley del libre mercado puede establecer el precio de los televisores de plasma al precio que quiera… yo no los compraré… pero nunca tuvimos que permitir que esa misma ley fijara el precio de la vivienda, porque todos necesitamos vivir en una y no todos podemos pagarla. Los jóvenes, incluso aquellos que tenemos estudios superiores, no podemos competir».

Forges, ELPAIS, 2/5/2006

*Después de la primera sentada por una vivienda digna se han convocado muchas otras, todas ellas desorganizadas y disgregadas en unas pocas ciudades. Este es un problema de nivel nacional, es por eso que se convoca una Macro-Manifestación, no una macro-sentada, para el SABADO 23 DE DICIEMBRE A LAS 17:00 HORAS, se convoca con tanta antelación para que se difunda lo máximo posible, se ruega a todo el que reciba este mensaje que lo difunda de todas las formas que se le ocurran, panfletos, mails, foros de internet, cartas a los medios de comunicación, a todo tipo de asociaciones.

COMO SE REALIZARÁ:Esta manifestación se hará en forma de marcha cortando el tráfico por las principales calles de España ya que ha quedado claro que las simples sentadas no son atendidas, aunque nunca se abandonará el espíritu pacífico con el que esta iniciativa ha nacido. Si la policía detiene la marcha, se volverá al punto inicial pacificamente, sin enfrentamientos, y se
esperará a que se pueda reanudar, en el caso de no poder hacerse, se convertirá en una sentada más pero se habrá llamado más la atención. Debido a las fechas navideñas de la MACRO-MANIFESTACIóN el eslogan principal «No podemos volver a casa por navidad porque todavía no nos hemos marchado de ella.»

www.viviendadigna.es

Una nueva profesión: ser príncipes

Con el nuevo anuncio de embarazo de la princesa de Asturias, vuelve a surgir el debate sobre la continuidad sucesoria de la corona española. Debate, que por otro lado, no termina de surgir, porque desde sectores políticos y desde palacio principalmente se dice que este tema se debatirá cuando esté Felipe de rey.

En el momento del anuncio de casamiento del príncipe con una plebeya, y luego con el nacimiento de Leonor, surgió un debate sobre la monarquía que no interesa a muchos alimentar. Su lógico miedo es que el debate sucesorio tiende a derivar en las dudas sobre la justicia y también la paradoja de mantener una monarquía en una sociedad avanzada.

Por eso quizás, los más avispados se ponen las pilas, y quieren mostrar esto como una profesión.

Foto: The unnamed in Flickr

Inmigrantes en Argentina

Muchas veces pienso que en Argentina realmente no nos damos cuenta de la situación de la inmigración. En España los inmigrantes son más numerosos y vienen de países mucho más lejanos y culturas más diferentes que los inmigrantes que hay en Argentina, que provienen en su mayoría de países limítrofes, a excepción de chinos y coreanos que supongo que hay muchos.

Y eso que en España el porcentaje de inmigrantes es bajo en relación a países como Francia (en la región de París, más de la mitad de la población menor de 15 años es originaria de África), Bélgica, Reino Unido, Holanda, Alemania…

Las primeras veces que caminé por ciudades del primer mundo me llamaban la atención la cantidad de negros, asiáticos y mezcla de razas que había en las calles.

Creo que los argentinos no nos imaginamos el drama de la inmigración hasta que reconocemos, en un país que no es nuestro, a alguien que sufre igual que nosotros el estar lejos de su casa. Por primera vez se nos mete en la cabeza que alguien tan diferente en su aspecto tiene el alma llena de las mismas emociones que las nuestras.

Es triste reconocerlo, pero en Argentina somos racistas, y muchas veces no nos damos cuenta. Los peruanos, los ecuatorianos, los bolivianos son invisibles para nosotros. Solamente somos un crisol de razas cuando hablamos de los europeos.

Leí este reportaje, Sobrevivir sin papeles, el otro día.

Horrores ahora pero lejos

Soy optimista, pero a veces no puedo creer que pueda seguir manteniendo la esperanza viendo el panorama político internacional. Lo que está pasando en el Líbano es horrible, y sin que nadie abra la boca, sin que ningún país, en especial los de la Unión Europea, se pongan realmente las pilas para que esa masacre termine.

Israel está atacando a dos estados a la vez bajo la excusa de dos soldados secuestrados. Nadie está del lado de Hezbollá pero está claro que el ataque es totalmente desproporcionado. (A ciertas personas incluso les parece poco!)

Y eso que las noticias no llegan, y las que llegan están cercenadas. Ya no veo televisión. Solamente me informo via internet y me entero de cosas de las que la televisión y los grandes medios están muy lejos de informar. La prensa tradicional está lejos de decir las cosas como son: Israel está invadiendo el Líbano en una guerra no declarada, sin aceptar ni treguas ni negociaciones… La tercera parte de los muertos son niños: dicen que Hezbollá utiliza escudos humanos y bombardean a la población civil sin ningún escrúpulo.

Lanzaron un ataque sobre un puesto de la ONU y mataron a 4 observadores internacionales, que por cierto les habían avisado 10 veces en 6 horas que estaban allí, para que no les bombardearan. Según Israel es otro de los tantos «daños colaterales» de una acción militar.

Ni el presidente de España se salva de ser llamado antisemita por llevar un pañuelo palestino. Estas opiniones son tildadas de radicales por mucha gente que luego habla con más apasionamiento del último coche que salió al mercado o de lo pronto que se va a ir a la costa de vacaciones.

En nuestros hogares de países desarrollados estamos tranquilos en nuestros sofás. Solamente decimos «qué horror» cuando alguien comenta lo del Líbano en la sobremesa al ver el telediario. Y después ya está: a ver la peli, a ir al cine, a nuestros asuntos cotidianos. Por suerte la guerra está muy lejos y los telediarios tienen la decencia de no poner imágenes no aptas para la hora de la comida.


Campaña de boicot a los productos israelíes en España
Campaña internacional de boicot a los productos israelíes
Otra campaña de boicot

Mañana en Madrid, y todos los domingos de agosto: Manifestación a favor del Líbano, 12hs en la Embajada de Israel y hasta la Embajada de los Estados Unidos.