Los piqueteros son uno de los fenómenos que me perdí de percibir directamente, viviendo en la Argentina. Cuando me fui, apenas existían los primeros piquetes, pero no eran el sujeto social en el que se han transformado después.
A través de la información que me llega (medios de comunicación argentinos, comentarios de familiares, conocidos, desconocidos y amigos) recibo ciertas opiniones teñidas de mucha agresión, mucha incomprensión, y que no puedo evitar sentir exageradas contra una minoría empobrecida que lucha por algo que no tiene.
Por eso agradezco la luz que entreveo en algunas columnas que encuentro en la red.