Estamos en días de outages, muchachos, y habrá que sobrevivir como sea. Los lamentos se suceden en posts, tweets (cómo no) y chats. ¿Cómo twitter nos va a hacer esto? ¿Dejarnos sin servicio, no decirnos lo que está pasando, crearnos una necesidad y luego abandonarnos?
Algunas de las cosas que he leído suenan a amante con el corazón destrozado. Una, ya resignada a ser la públicamente confesa adicta a Twitter, se pregunta si no es un poco exagerado. (Para colmo ayer a GReader ¡también se le ocurre estar de baja durante un par de horas!). Hace un mes twitter se cayó durante dos días y nadie dijo ni pío.
Quizás el hecho es que éstos son justamente los canales para protestar por problemas de internet, pero la cantidad abrumadora de quejas nos da la medida del uso que estamos haciendo de twitter. Si una parada de dos horas nos molesta al punto de reclamar un twitter open y una herramienta independiente, entonces, el microblogging que inauguró twitter es una forma de comunicación que ya hemos integrado en nuestro uso diario, que nos resulta útil y de la que no queremos prescindir.
Pero de ahí pedir a una compañía responsabilidades que no tiene -si alguien está pagando algo por una cuenta pro en twitter que avise- ni subestimar el poder de otras herramientas (Jisko, Pownce, Jaiku). Están ahí y nuestro poder como comunidad es justamente uno de los mayores valores de twitter actualmente.
Sería bueno que nos diesen más información, sí, totalmente de acuerdo. Creo que cada vez se hacen más populares, y con esto consiguen que se hable cada vez más de ellos, aunque dicen que si gestionaran mejor las caídas en cuanto a comunicación lograrían incluso más fidelidad y aguante por parte de los usuarios. Ahora sí, eso sería bueno y deseable para ellos como compañía, pero no exigible por nosotros. No es twitter.org, no es una ONG ni una entidad democrática, ni siquiera nos cobran o nos spamean por el servicio. Lo de la huelga de twitter (Twit Out) me parece simplemente too much.
Calma, chicos. Lo que twitter ha inventado es esta forma de comunicarnos, y eso podrá hacerse desde muchas plataformas. La aplicación puede dar paso al servicio web. Si esta hace crash, ya nos encontraremos en la siguiente, tenga la forma que tenga. Si al final, somos los mismos en todas partes.
Angelique van Engelen, una editora holandesa basada en Londres, fue una de las personas que siguió siempre el proyecto de 20palabras con interés. Me contactó una vez para hacerme una entrevista, y comenzó lo que fue una larga serie de charlas via Skype intercambiando puntos de vista sobre lo que podría ser un proyecto periodístico basado en esta idea de las redacciones distribuidas, pero a nivel global y con la dificultad de los diferentes idiomas.
