La llegada de ChatGPT y Midjourney ha encontrado a la Unión Europea con una gran normativa de inteligencia artificial en preparación. Llegan a tiempo a incluir las IA generativas, que no estaban previstas originalmente. Aunque el principio que los guía es legislar sobre «usos» y no sobre «tecnologías», es difícil hacerlo: ¿quién podía prever ChatGPT hace 2 años? ¿Cómo estarán las cosas en 2025, cuando previsiblemente entre en vigor la normativa?
Los parlamentarios están debatiendo estas cuestiones en varias comisiones. Hace unas horas se ha confirmado el 11 de mayo como la fecha en la que presentarán la propuesta al Parlamento. He hablado con Ibán García del Blanco, un eurodiputado que hizo la primera propuesta de AI en la UE, lleva años trabajando en el borrador de esta ley, y está en estas negociaciones; con BEUC, una federación de 46 organizaciones de consumidores europeos; y con algunos expertos en libertad de expresión, medios y derecho, intentado hacer un panorama de la situación en este reportaje para Newtral: Bruselas ultima una propuesta de ley para regular el desarrollo de la Inteligencia Artificial en la UE.
Poner a ChatGPT ante un examen real con el que se esté evaluando ahora a alumnos de un Máster en Administración de Empresas en España: lo hicimos. No aprueba, pero impresiona. Y no a cualquiera sino a un doctor de IA que lleva años investigando y desarrollando patentes.
Más interesante todavía es lo que dice este profesor: que les hablará a sus alumnos de ChatGPT desde el primer día de sus próximas clases. “A mí me da igual si lo has escrito tú o si lo ha escrito una máquina, si lo has escrito con Word o si te lo has copiado de internet. Al final te voy a poner la nota sobre lo que estoy intentando evaluar. Creo que el punto clave es incorporar que es muy fácil generar un texto pero eres tú el que se responsabiliza de lo que has entregado. Es más importante transmitir eso”.
Estamos a pocos días del cierre de la API de Twitter, lo que puede ser una catástrofe. Hay muchos afectados: aplicaciones de interés público, herramientas contra el acoso o que detectan contenidos tóxicos, investigaciones sobre la desinformación, bots de utilidades (como los que ayudan a leer hilos o colorean imágenes). Miles de desarrollos y herramientas hechas por la sociedad civil e investigadores que estudian la desinformación en redes sociales e intentan revertir los contenidos tóxicos de esta plataforma están a punto de quedar inhabilitadas. Y en España sucede en pleno año electoral.
El anuncio llegó hace una semana, con este tuit, sin más detalles, sin dar precios, y sin tiempo para que muchos equipos actualicen herramientas o preparen una adaptación
Starting February 9, we will no longer support free access to the Twitter API, both v2 and v1.1. A paid basic tier will be available instead 🧵— Twitter Dev (@TwitterDev) February 2, 2023
Twitter no revela públicamente el precio de sus planes premium de API, aunque en febrero del año pasado se informó que las tarifas comienzan a partir de 99 USD/mes por 100 consultas a la API.
La página dejó de estar está disponible en abierto un día antes del primer plazo anunciado, que era hoy, aunque luego se aplazó hasta el día 13 de febrero, según anunciaron con otro tuit.
La Ley de Servicios Digitales (DSA) que prevé el acceso de los investigadores a los datos de estas plataformas debería normalizar la situación en Europa en los próximos meses, y si Twitter sigue adelante con la medida podría estar infringiéndola. En Estados Unidos se han presentado proyectos de ley con requerimientos similares.
Twitter actualmente es la principal fuente de datos para investigar cómo funciona la propagación de la desinformación online. Otras grandes plataformas tienen APIs comerciales cerradas o no dan los datos fácilmente aunque sea para investigación. En los últimos años, el esfuerzo de equipos de académicos, periodistas, desarrolladores y otros participantes de la sociedad civil han creado cientos de herramientas para luchar contra la toxicidad y la desinformación en Twitter. La mayoría de ellas no funcionarán más.
Que miles de niños se vayan a dormir cada noche escuchando un cuento infantil que ha generado una AI puede parecer una gran idea o un buen comienzo de un capítulo de Black Mirror. He hablado con quienes piensan una cosa y la otra, porque sí, ya hay un ChatGPT para esto. La app se llama Tiny Storie y genera un texto corto, con posibilidad de que una voz lo lea en audio. Cada cuento infantil le cuesta 0,50 euros en llamadas a la API a la empresa. Piensan que puede ser una buena herramienta de «concienciación y recaudación de fondos para asociaciones».
Lo más controvertido es que pide una moraleja, algo que los especialistas dicen que está «archisuperado». «Buscar un cierre moral para una historia infantil nos retrotrae a una idea de la infancia antigua y un literatura caduca. Uno de los principios del arte es el goce y la gratuidad», dice Raquel López Royo, una especialista en literatura infantil y juvenil con más de 30 años de experiencia.
Tiny Storie utiliza la API de OpenAI para texto y para la imagen, creada con Dall-E. También está conectada con los servicios de Google para autenticación de usuarios y creación de las voces. Son tres llamadas a la API por cuento, que cuesta 0,05€ a su creador. Todo es parte de un reportaje que he escrito para Newtral: ‘Una app con inteligencia artificial busca meter moralejas en cuentos infantiles‘, y que he ilustrado usando Midjourney, con la imagen que acompaña este post.
Esta semana hemos publicado un tema que he perseguido durante año y medio: conseguimos entrevistar al nuevo Chief Data Officer de España para saber en qué ha estado trabajando. Antes había hablado con personas que trabajan con datos públicos: un estadístico, una periodista que cubrió la pandemia, y había escrito cuánto podía ayudar un Chief Data Officer en la gestión de datos públicos.
Dependiente de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, su oficina es “estratégica” por lo que no ejecuta presupuesto. Dice que constantemente le piden datos, pero él no los gestiona: solo ayuda a definir políticas y consensuar estrategias. Una de las principales tareas de la Oficina del Dato es “evangelizar” y difundir la cultura del dato. En año y medio ha dado 3 entrevistas: a 2 medios pequeños y a una revista de la administración pública.
Algo que me llamó la atención fue su visión sobre el tema de los datos abiertos, y creo que esto interesa a todos los que trabajamos con datos públicos, como los periodistas de datos. Le pregunté: ¿El año que viene podríamos ver que los ministerios publiquen datos en formatos más abiertos que un PDF? Me dijo: «Una cosa son los datos abiertos y otra los datos interoperables», y su estrategia está más orientada a ellos. «Creo que el diseño de los fondos de recuperación no puede estar necesariamente ligado a lo que son los datos abiertos, sino a una gestión que tenga más impacto a corto plazo».
Una de las noticias del 2022 para los medios en España fue la vuelta de Google News, 8 años después de su lamentado cierre, a causa de la ley Sinde y luego el Canon AEDE. Esta vuelta tiene también otro nombre y otro producto para los publishers: Google Showcase, que es el panel que ha preparado Google para una serie de medios a los que incluirá en la propuesta para lograr periodismo de calidad en su agregador. La premisa es interesante porque premia una selección humana por parte de los propios medios, y paga por ello.
La Asociación de Periodistas de Madrid me pidió un reportaje para saber cómo está siendo la implementación de Showcase en los principales digitales de España, para su Cuadernos de Periodistas. Hablé con gente de Prisa, eldiario.es, El Confidencial y Google para conocer cómo está siendo su implantación en los medios y lo escribí para el número que acaba de salir. Está en papel, en el número 45 que ha salido en diciembre, y se pueden comprar ejemplares sueltos en su web.
Google Showcase: la apuesta de Google por el periodismo de calidad aterriza en España [PDF 1, 2]
Hay historias que surgen de una respuesta en Twitter y se desenvuelven ante nuestros ojos. Es lógico que sean virales, en principio porque lo tienen todo: esta tiene un hombre malo e idiota, coches de lujo, una niña buena y atrevida, un insulto ingenioso, cambio climático, una caja de pizza, una coincidencia, hasta Elon Musk está metido. Dos tuits que se meten de cabeza en la lista de los más likeados. Y un caso criminal que continúa abierto. Esto es lo que pasó con Andrew Tate y Greta Thunberg horas antes de la detención de Tate.