Orhan Pamuk

Rosa Montero (periodista) – Señor Pamuk, usted es uno de los intelectuales más interesantes y respetados ahora mismo en ese difícil y estrecho umbral entre Oriente y Occidente, y su opinión al respecto de las difíciles relaciones entre el Este y el Oeste me interesa mucho.

Supongo que la cuestión es si una radicalización de la occidentalización es algo negativo. Y sí, creo que sí, que puede ser negativo. Pero el caso es que mi idea de Occidente es libertad, democracia y derechos de la mujer, tres cosas que Oriente no tiene. Tenemos otras cosas. Por ejemplo, fraternidad. ¡Uau! ¡Somos grandes, somos formidables en eso de la fraternidad! Ese mandato de la Revolución Francesa se nos da muy bien. ¿La igualdad? Bueeeeno, la igualdad tampoco está tan mal, hay algunos filósofos islámicos de la igualdad. Pero lo que no tenemos es libertad, democracia y derechos de la mujer. El resto me da igual. Puedes llevar ropas orientales u occidentales, vivir en casas tradicionales o no. Todo eso me importa un pito. Lo que me importa es que la gente sea libre de elegir lo que quiera.

En cuanto a la crispación general, el problema es que, cuando se terminó la Guerra Fría, Occidente, especialmente Estados Unidos, necesitó encontrar un nuevo enemigo, e inventaron el islam como enemigo. Es un enemigo además que se adapta muy bien al papel, porque hay un montón de países no democráticos y por la ira que muestran sobre todo a causa de la cuestión palestina. Pero es que Occidente es tan implacablemente poderoso… Mire esta última guerra, tan injusta, tan cruel, y los países occidentales la han aprobado. Al final, el Oeste ganará y todos los países serán occidentalizados, es inevitable. Y lo que tendría que tener claro Occidente es que el islam no es una amenaza para ellos. No es una amenaza. Luego está el terrorismo… que eso sí que es una amenaza…

RM – Pero también para el mundo islámico…

Sí, pero estábamos hablando de Occidente. Y lo que pasa con el terrorismo es que los medios de comunicación intentan fomentar el equívoco de que el islam es igual al terrorismo. Y no lo es. Si un grupo terrorista occidental pone una bomba, no se considera que la culpa sea de la democracia… Lo que sí hay en el mundo islámico es un sentimiento creciente de rabia por todas las guerras que se han sufrido en los últimos años. Son todas estas guerras las que enfurecen a la gente, no la idea del Oeste. Y cuanto más se habla de terrorismo islámico, más excusas se buscan para legitimar más bombas y más muertes.

RM – Por eso decía antes que el terrorismo integrista también es una amenaza para el islam. Los terroristas matan más musulmanes que occidentales.

Porque es más difícil matar occidentales.

(Extracto de un reportaje publicado en El País Semanal, el 24 de septiembre de 2006)

Orhan Pamuk es un conocido escritor turco que ganó el premio Nobel en 2006. La justicia de su país le había perseguido por unas declaraciones en las que afirmaba que 30 mil kurdos y un millón de armenios habían sido asesinados en Turquía durante la Primera Guerra Mundial. El caso, que puso en entredicho el respeto a los derechos humanos en este país que intentaba entrar en la Unión Europea, llamó la atención internacional, más aún la europea, y despertó una serie de adhesiones al escritor por parte de personalidades de la cultura.

Finalmente no fue juzgado y el caso se cerró. Aunque algunos comentaristas turcos tildaron a Pamuk de oportunista, sus libros no son políticos, y él ha manifestado en varias entrevistas que la política no le gusta, aunque es un destino inevitable.

Links
Orhan Pamuk, official site (english)
Primer capítulo de la novela Nieve (pdf)
Orhan Pamuk gana el premio Nobel (por Guerra Eterna)

[Actualización:]
El periodista turco Hrant Dink fue asesinado el 19.01 por haber calificado de genocidio la matanza de armenios en Turquía. Su presunto asesino, al ser detenido, amenazó a Orhan Pamuk.
El debate sobre el ultranacionalismo surge en la sociedad turca.

Se larga el IFFR 2007

Festival de Cine Internacional de Rotterdam

El año pasado estuve cubriendo el Festival de Cine de Rotterdam para Neomanzine, y este año me mandaron la invitación (debo decir que la organización de este festival es impecable y nos atendieron muy bien). Como este año no puedo ir, voy a escribir una serie de artículos para cubrirlo.

Es el festival de cine independiente más importante de Europa, algo así como un Sundance europeo, pero a diferencia de otros festivales, no da tanta importancia a las celebrities sino más bien a la calidad de las películas en cuanto a experimentación y originalidad, aunque también se premia el compromiso social de los realizadores.

Sus secciones incluyen miradas a los realizadores clásicos y a directores con películas de calidad que no han tenido suficiente exposición en Holanda, a lugares donde por su ambiente, historia o situación particular una energía especial se vuelca en las creaciones audiovisuales, a cortometrajes e incluso a la música como fenómeno asociado con el cine.

Se entregan trece premios, incluyendo el premio del público. Además, este festival promueve proyectos audiovisuales de todas partes del mundo mediante ayudas para la postproducción otorgadas por el Hubert Bals Fund.

Entre muchas, de este festival han surgido, ganando el Tigre:

· La Perrera, Manuel Nieto Zas (Uruguay/Argentina/Canada/Spain) 2006
· Extraño, Santiago Loza (Argentina) 2003
· 25 Watts, Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll (Uruguay) 2001

(También se llevó el MovieSquad Award)
· Mundo Grúa, Pablo Trapero (Argentina) 2000

ganando el premio del público

· Eden, Michael Hofmann, (Alemania/Suiza) 2006
· Turtles Can Fly, Bahman Ghobadi (Irak/Iran) 2005
· No Man’s Land, Danis Tanovic (Bosnia/Francia/Bélgica) 2002
· Festen (The Celebration, La Celebración) Thomas Vinterberg (Dinamarca) 1999
· Shine, Scott Hicks (Australia) 1997

… y llevándose otros premios
MovieSquad Award
· Glue (Historia Adolescente en Medio de la Nada) Alexis Dos Santos (Argentina) 2006
KNF Award
· Bolivia, Adrián Caetano (Argentina) 2002
Special mention: Sábado, Juan Villegas (Argentina) y La Libertad, Lisandro Alonso (Argentina)
· Stranger Than Paradise, Jim Jarmusch (USA) 1983

Siempre hay presencia argentina en el festival, y este año lo abre La Antena, de Esteban Sapir, pero después les cuento, en el próximo post.

Esos oscuros personajes del ciberespacio

Son los antihéroes de internet. Dicen que nadie que se autocalifique como hacker realmente lo es, y generalmente son anónimos. En algunos encuentros de hackers celebrados en Estados Unidos, los conferencistas terminaban detenidos. Quizás por eso con los Caos Computer Club despiden siempre el año celebrando su reunión en Berlín desde hace 22 años.

Hace un par de años quise escribir un artículo sobre ellos porque veía que la prensa daba a entender que hacían daño y no mostraba lo que a mi entender es una de las mejores manifestaciones de una nueva cultura, cargada de valores positivos en nuestra época.

El artículo dio vueltas por la redacción durante varios números, y aunque gustó, por otras causas no pudo ser publicado. Quedó en algún sitio de mi disco duro, hasta que ayer pensé en él.

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esos oscuros personajes del ciberespacio
Hackers

Expertos, transgresores, siempre al límite de lo legal.
Conocedores de los códigos de programación, irrumpen en
sistemas ajenos, y pueden manejar tu ordenador mejor que tú
mismo frente al teclado. Son llamados “piratas informáticos”, y
lo cierto es que podrían causar mucho daño, pero generalmente
no lo hacen. Han ayudado a la evolución y mejora de muchos
sistemas, denuncian los fallos de las empresas y gobiernos y
continúan aportando sus conocimientos en el ciberespacio; pero
su ambiente es la libertad y su consigna la negación de los
límites.

Cuando alguien -a quien llamaremos Equis- entró en los ordenadores de la NASA, se hizo famoso, aunque con cierta particularidad: los medios no pudieron dar su nombre, porque era menor de edad. Con sólo 16 años, este experto informático desveló los fallos de seguridad de la agencia espacial, en lo que él consideraba un ejercicio de aprendizaje, casi un juego.

“La emoción surge cuando te das cuenta de que estás dentro de un ordenador, y que puedes hacer todo lo que quisieras… pero no me interesa robar información, porque generalmente es material burocrático que no tiene sentido para mí”, dijo en una entrevista a Frontline, de la cadena PBS de EE.UU.

Cada vez que Equis detectaba fallos de seguridad en sitios de Internet, solía enviar un e-mail al administrador del sistema diciéndole que sus ordenadores eran vulnerables, cómo había podido ingresar, y la solución para repararlos. Pero no seguían su consejo, porque unas semanas después, Equis todavía podía acceder a los ordenadores, mientras el gobierno empleaba todos los recursos policiales para atraparlo.

Había estado estudiando programación de ordenadores durante dos años, y conocía Unix y C (importantes sistemas de programación), en sus palabras, “como la palma de su mano”.

Cuando le preguntaron por qué había descargado programas pertenecientes a la NASA, precisó que lo que había bajado era el código de un programa de control ambiental, que no tenía efectos prácticos para él –“¿Quién quiere eso? ¿Para jugar con el acondicionador de aire o qué?”- y que ciertamente el código en sí mismo era malísimo y no valía lo que el gobierno reclamaba. “El precio del software es irrelevante, porque el gobierno paga demasiado por todo”, afirmó. Como estaba estudiando programación, pensó: “¿qué mejor forma de aprender que leyendo software escrito por el gobierno?”. No ocultó sus huellas en ningún momento, porque no creía estar haciendo algo malo.

Pero la Justicia de EE.UU. no lo veía así. Acusado de poseer 1.7 millones de dólares en software en determinado momento, fue sentenciado a pasar 6 meses en prisión.

Otro hacker, quizás el más conocido de todos los tiempos, es Kevin Mitnick. El primero en tener su rostro inmortalizado en un cartel de “Buscado” (most wanted) por el FBI, fue arrestado por primera vez a los 17 años, y cumplió en total tres condenas tras las rejas. La última, de casi 5 años, por robar código de programación de varias compañías de alta tecnología, como Sun Microsystems, Nokia y Motorola. Fue liberado en enero de 2000, con la prohibición de utilizar un ordenador –o cualquier tipo de dispositivo, como móviles, PDAs o incluso televisión con acceso a Internet- sin permiso judicial durante tres años.

Los ataques de Mitnick consistían en utilizar todo tipo de trucos para entrar legalmente en ordenadores de todo el mundo, y salir sin dejar rastro. No ocasionó daños ni destruía archivos, tampoco utilizó información con fines de lucro. Quizás por ello, la condena fue controvertida.

Incomunicado durante 8 meses, sólo porque un fiscal federal convenció al jurado de que el acusado podría comenzar una guerra nuclear sólo silbando en el teléfono, el caso Mitnick supuso un mensaje por parte de las autoridades hacia otros hackers.

[Quiénes son]

Los destinatarios de ese mensaje, protagonistas del ciberberespacio, son por lo
general, buenos para protagonizar titulares pero desconocidos para la mayoría de las personas.

Según K. Mitnick en su declaración al Senado, la definición de la palabra hacker ha sido “ampliamente distorsionada por los medios de comunicación”. Desde el otro lado, Alberto Escudero Pascual, experto internacional en seguridad que ha participado en diferentes foros de la Unión Europea en el área de Cibercrimen y Protección de Datos, también considera que “el término hacker es normalmente usado erróneamente para definir a un especialista informático que causa daños a terceros. En realidad el término más adecuado debería ser el de pirata informático o cracker”, ya que “un hacker es una persona capaz de entender como las nuevas tecnologías funcionan y sacar mejor partido de ellas”. La palabra hacker “debe ser entendida de manera positiva, innovadora”, agrega Escudero.

Emmanuel Goldstein, editor de la revista 2600, especializada en hackers, comenta que «únicamente en el tema hackers, los medios de comunicación creen a cualquiera que afirme que es un hacker. ¿Creerías a alguien que dijese que es policía? ¿O médico? ¿O piloto de compañía aérea? Seguramente deberían probar su habilidades de alguna manera… Pero te acercas a un periodista y le dices que eres hacker y escribirán una historia sobre ti diciendo al mundo exactamente lo que le cuentes sin darles una prueba”.

Según el Jargon File (el Archivo Jargon), un prestigioso diccionario de especialistas actualizado constantemente en Internet, un hacker sería básicamente alguien que “disfruta explorando los detalles de sistemas programables y cómo aprovechar sus capacidades, en oposición a la mayoría de los usuarios, que prefieren aprender sólo lo mínimo necesario”.

Muchos analistas del tema subrayan el componente de curiosidad y creatividad inherente a estos individuos. Uno de ellos, Paul A. Taylor, es Catedrático en Comunicación de la Universidad de Leeds, y ha estudiado la cultura hacker para escribir su libro “Hacktivism and Cyberwars: Rebels with a Cause?” (Hacktivismo y ciberguerras: rebeldes con causa?). Dice: “un hacker es distintas cosas para distinta gente. Para los entendidos en el tema es alguien que utiliza cualquier tecnnología de manera original o creativa. Para la mayoría de la prensa, y la industria informática, es alguien que irrumpe en los sistemas de otras personas”.

Taylor distingue entre la interpretación positiva del hacking, “en términos de la exploración de los sistemas de información como un juego”, y la negativa, que se refiere al vandalismo y la destrucción, aunque advierte que “esto debe ser cogido con pinzas porque a los políticos les gustan los titulares y a las empresas de seguridad informática les gusta exagerar la amenaza porque es bueno para su negocio”.

[Vulnerabilidad y virus]

Muchos usuarios tomaron conciencia de la vulnerabilidad en Internet cuando un grupo de hackers, conocidos como Cult of the Dead Cow (CDC), desarrollaron un programa llamado “Puerta Trasera” (Back Orifice), que permite ver y controlar a distancia a cualquier ordenador que utilice Windows, desde el Windows 95 en adelante. Se calcula que el 90% de los ordenadores personales en el mundo tienen instalado el popular sistema operativo de Microsoft. Reid y Count, dos miembros de CDC, afirman que con ello intentaban que esta empresa admitiese que sus productos eran completamente inseguros e inestables. “Damos por sentado que los ordenadores se bloquearán varias veces al día, estamos acostumbrados a temer a un e-mail que trae un archivo adjunto… Hemos desarrollado algo así como un miedo pasivo. Si tu coche se calase varias veces al día, y de vez en cuando destruyese todas tus pertenencias personales, estarías realmente furioso con el fabricante”, grafica.

También en España se utiliza ampliamente el sistema Windows, al menos por ahora. Según Alberto Escudero Pascual, los ataques más frecuentes a usuarios particulares en nuestros país suelen ser los relacionados con los virus o gusanos informáticos. En los 90, los virus causaron mucho daño a los usuarios de Windows principalmente, ya que otros sistemas operativos -como Linux- son inmunes a estos ataques.

José Manuel Crespo, de Panda Software, empresa española especializada en antivirus, explica que “las acciones de los hackers no se pueden contabilizar como las infecciones por virus informáticos. Son dos mundos distintos. Puede haber un hacker que cree virus, pero no cuadra, exactamente, con el perfil de un hacker. Los virus los desarrolla un creador de virus”.

Concuerda Paul Taylor al afirmar que “la mayoría de los usuarios son afectados por los escritores de virus, que son una raza diferente a la de los hackers. Los verdaderos hackers consideran que están ayudando a mejorar la seguridad, atrayendo la atención hacia los fallos existentes o hacia los temas de privacidad que nos pueden afectar negativamente.”

[Delitos en la red]

Más allá de los hackers y los virus, el delito en Internet está a la orden del día, y tiene muchas caras. Richard Power, director editorial del Computer Security Institute (San Francisco, USA) afirma que la actividad criminal en la red va “desde el robo insignificante, hasta, realmente, el terrorismo de estado, con todos los grados que hay en el medio”. En su afirmación caben “los robos masivos de números de tarjetas de crédito, los gobiernos y las entidades corporativas que también roban tecnología, y ciertos grupos que poseen satélites, recolectan y diseminan información en operaciones de inteligencia”. En este sentido el crimen organizado es el principal peligro que encontramos en la red, y por ello, Power afirma que “el problema es mucho más complejo que los hackers; ellos son chavales muy brillantes que solucionan rompecabezas que gente con titulaciones de ingeniería informática no puede resolver; pero los jóvenes hackers son arrestados, y la razón por la que lo son es porque no son profesionales”.

La actitud de los hackers, no profesional pero concordante con sus valores morales, es lo que los distingue de otros delincuentes de Internet. Chris Davis, un asesor de seguridad y también un ex-hacker, afirma que es posible hacer caer Internet durante 2-3 horas, y que conoce a gente que tiene la habilidad de hacerlo. “Pero afortunadamente, no quieren hacerlo. Son personas honestas… Por suerte, la gente que está dentro del crimen organizado, o en grupos terroristas, todavía no tienen ese nivel de conocimientos, y si lo alcanzasen… en ese punto sería realmente preocupante”, reflexiona.

Cualquiera sea el atacante, las empresas están mucho más expuestas a todo tipo de intrusiones que los usuarios particulares. Bruce Schneier, autor del libro “Criptografía aplicada” (Applied Cryptography ), afirma que “vemos importantes sitios de internet que han sido hackeados, y se caen durante seis, ocho, diez horas… esto afecta mucho su credibilidad”. Y por lo tanto, sus ingresos.

Hablando de dinero, las opiniones no son unánimes. Richard Power afirma que uno de sus mayores problemas es cuantificar las pérdidas financieras de los ciberataques, ya que una cifra de cientos de miles de dólares perdidos en un ataque corresponde en su mayor parte al precio de la limpieza y la investigación, pero los costes reales son los de las oportunidades de negocios que no se realizaron. “Si haces comercio electrónico y cuentas con 600 mil dólares de ingresos por hora, como es el caso de Amazon, y tu servicio es interrumpido por un ataque, puedes empezar a restar 600 mil dólares por cada hora que estás sin servicio”, ejemplifica.

El director de Information Security, de Microsoft, Howard Smith, no comparte esa perspectiva: “Algunos de los informes alegan que billones de dólares de negocio se han perdido. Bueno, si ése fuera el caso de una baja del servicio por 5 horas, se deduciría que la compañía está produciendo trillones de dólares por año, y eso no es real”. Sin embargo, reconoce que hay productos que ellos tienen que mejorar, y parches que tienen que desarrollar.

Si las empresas son vulnerables, ¿qué nos queda a los usuarios corrientes? “La mayoría de los internautas particulares no tiene nada que valga la pena robar… Es la ironía de proteger tu casa por medio de la pobreza”, agrega Schneier.

Panda Software, sin embargo, enumera los riesgos que corre un usuario promedio: “Que le roben la información de su equipo, las claves que utiliza en su banca on line, que un virus le estropee el ordenador, que su pc se conecte por sí solo a un número de teléfono de pago, y que el spam (correo basura) sature su correo electrónico y no le deje trabajar con él”. Según la empresa de seguridad informática, nada que no solucione un buen antivirus.

Algo menos simplista se muestra Escudero Pascual, para quien el riesgo de los internautas es “no saber lo que ocurre en su máquina, y lo que es peor, que se le pongan todo tipo de impedimentos para saber lo que ocurre”. Por esto nos aconseja “no tener miedo, acercarse a las nuevas tecnologias con paciencia. Si se tarda un mes en aprender a conducir y son tres pedales y un volante, es necesario darse el tiempo para ser capaz de usar las nuevas tecnologías, que al menos tienen 102 teclas”.

[Seguridad y código abierto]

“Creo que Internet nunca será segura” –dispara Bruce Schneier- “pero está bien, el mundo real es un lugar inseguro. La razón por la que tenemos seguridad en nuestra vida diaria no es por alguna tecnología mágica que vuelve inefectivas a las armas, sino porque tenemos cultura, tenemos reglas sociales, leyes… Y veo lo mismo sucediendo en Internet.”

Alberto Escudero Pascual considera a Internet “tan segura como Madrid o Barcelona”. Dice que “existen medios y tecnologia para realizar comunicaciones seguras”, ya que “Internet define una manera simple de enviar o recibir información, es posible crear canales seguros encima de una red que por definición es abierta”.

“Internet fue construida con la idea de que todos íbamos a ser amables el uno con el otro – explica Reid. “Todos los protocolos asumen, básicamente, que nadie va a mentir o robar. Fue diseñada por el gobierno de los Estados Unidos para planificar acciones militares, luego fue utilizada por los científicos para la investigación coordinada. Esos protocolos son simples, rápidos, eficientes, pero están abiertos de par en par”.

La posibilidad enorme de comunicación que significa Internet, es lo que ha permitido que a lo largo de sus pocos años de existencia se desarrollen los programas de código abierto. Estos son programas cuyo lenguaje de programación –lo que se denomina el código fuente- no permanece secreto, como en el caso del software de pago, sino que cualquier programador puede leerlo y mejorarlo. Los programas de código abierto son construidos y desarrollados por innumerables expertos alrededor del mundo, y de esta manera se consiguen sistemas más estables y seguros. Los problemas son detectados más rápidamente cuando un programa es observado, evaluado y corregido por muchas más personas que las que puede haber en una compañía, lo que hace a los programas de código abierto más seguros que el software de pago.

Al igual que la comunidad de investigadores que al publicar sus trabajos en revistas internacionales permiten el progreso de la ciencia, la colaboración de hackers es fundamental en el desarrollo de nuevos programas, cuya evolución se apoya en el conocimiento del pasado.

Quizás los hackers estén allí para obligarnos a tomar conciencia de ciertos debates inspirados por el mundo virtual. Todavía hay muchas cosas que el hombre tiene que dilucidar en la nueva dimensión que es Internet. Entre ellas, la de su propia definición. Count cree que el miedo que inspira la Red de Redes se debe fundamentalmente a que “hay muchos conceptos erróneos sobre lo que es Internet. Internet no es una fila de libros bellamente empaquetados y alineados en una biblioteca donde todo está organizado según el Sistema Métrico Decimal”- ironiza. “No está saneada, categorizada, envasada y con fecha de caducidad en un estante. Internet es un espejo de la sociedad. Es verdaderamente algo que refleja los tipos de personas, los objetos, lo que se dice, lo que se ve y lo que se lee en el mundo real. Los criminales estarán allí también. La sociedad es compleja, y a menudo muy desordenada. Y pienso que la gente tiene que lidiar con ello, arremangarse, mojarse, tratar de arreglar lo que está averiado».

Marilin Gonzalo

Punto de vista del ciego

¿Quién no se imaginó alguna vez, con una mezcla de curiosidad y temor, cómo sería el mundo de los ciegos?

Hoy en Página 12


Por CRISTINA OYARZABAL

¿Cómo imaginan los ciegos? ¿Cómo sueñan? La experiencia con sujetos ciegos me permitió vislumbrar que el ciego no está privado de nada; que a un ciego que nunca vio le sea dada la vista es un deseo de quienes vemos, no de aquel que nació privado de la luz. Ante la pregunta sobre si estaría contento de tener ojos, Nicholas Saunderson, un célebre matemático ciego del siglo XVI, contestó: “Me gustaría igualmente tener brazos largos; me parece que mis manos me informarían mejor sobre lo que pasa en la luna que sus ojos o sus telescopios; además, los ojos dejan de ver antes que las manos de tocar. Sería mucho mejor, entonces, que perfeccionaran en mí el órgano que tengo, antes que concederme el que me falta” (narrado en 1749 por Denis Diderot, en su irónicamente titulada Carta sobre ciegos para uso de los que ven, ed. El cuenco de plata). Saunderson, profesor de óptica, jamás vio la luz. Sin embargo, la imaginó, y construyó una imagen del universo. Esto emocionó inmensamente al joven Diderot, quien, habiendo conocido personalmente al ciego ilustre, afirmó que los ciegos pueden construir un mundo suficiente y no sienten sensación de insuficiencia alguna. Para Diderot, “el interés de los filósofos por la mentalidad de los ciegos no es humanitario sino abstracto y central en toda teoría del conocimiento: el pasaje de la sensación al juicio”.

La ceguera, como privación de la luz, aparece ominosa al mundo de los videntes. Como significante, metaforiza las innumerables formas de la estupidez: la pretensión, el alarde, la vanidad. Tanto para las lenguas antiguas como para las modernas es metáfora de debilidades físicas y psíquicas.

La etimología indoeuropea del término “ciego”, antes que la privación de la luz, evoca la sombra (Bril, J: “Ascendencia indoeuropea de los vocabularios relativos a sombra y ceguera”, en Entre dos mundos. Revista de traducción sobre discapacidad visual, Nº 27, de la ONCE, Organización Nacional de los Ciegos de España, Madrid, 2005). Compromiso entre la luz y la oscuridad, la sombra atestigua la ambivalencia semántica, se atreve a nombrar la ceguera bajo una cierta atenuación. En rigor, la monoftalmia, el hecho de ver con un solo ojo, dio origen a las raíces a partir de las cuales nuestras lenguas se atrevieron a nombrar la ceguera. Transacciones semánticas consistentes en movilizar raíces que en primer lugar significan, no la opacidad, sino la semitransparencia de la nube o del humo. Modos imaginarios de desdramatización lingüística en las lenguas indoeuropeas: ¿temor o pudor ante la calamidad del no ver? ¿Intento mágico de conjuro del drama íntimo que resulta para el sujeto? Estas lenguas siempre se guardaron muy bien de nombrar la ceguera con precisión. En la lengua griega, la raíz correspondiente a “humo” está ligada con “ciego”, y está igualmente en el origen de una red semántica sobre la oscuridad, tanto del espíritu como del cuerpo: “polvo”, “suciedad”, “mancha”, “noche”, “negro”, “espanto”.

Sin embargo, la oscuridad, al menos como nosotros la imaginamos, no parece estar presente en el mundo de los ciegos. Una joven, ciega congénita, imagina personas rubias o morenas por el sonido de sus voces. Otra, ciega desde niña, sostiene que llamar oscuro a su mundo no es apropiado: ella ve “nada”, dice. Es una sensación, dice, imposible de explicar.

Diderot y otros filósofos procurarán resolver la cuestión del pasaje de la sensación al juicio investigando las reacciones de un ciego que recuperase la vista. Ya a principios del siglo XVIII, William Molyneux había propuesto la siguiente cuestión: supongamos un ciego de nacimiento a quien se le haya enseñado a distinguir, por el tacto, un cubo y una esfera del mismo metal e igual volumen, de modo que al tocarlos pudiera decir cuál es el cubo y cuál la esfera. Si ese ciego llegase a ver ¿podría diferenciarlos sin tocarlos? John Locke sostuvo, como el mismo Molyneux, que el ciego no los distinguiría porque no sabe que aquello que afecta su tacto de tal o cual manera debe impresionar a sus ojos de tal o cual modo. En contraposición, Condillac intentó demostrar que, si el ciego de nacimiento logra ver, discernirá cuerpos y figuras; si su juicio vacila se deberá a razones metafísicas.

Planteo a una joven ciega de nacimiento la hipótesis de Molyneux. Me sorprende su categórica respuesta: “¡No!”. Ella sería incapaz de distinguir un cubo y una esfera por la vista. “¿Por qué?”, le pregunto. “Porque no sé qué es ver.”

Según Diderot, ambas posiciones tienen parte de razón: hace falta tiempo para que el ojo se vuelva experto.

Hay distintos ejemplos con respecto a la construcción del espacio en ciegos congénitos. Históricamente célebre es un caso del cirujano William Cheselden, en el siglo XVIII: el paciente, luego de ser operado de cataratas, no distinguió por mucho tiempo tamaños, distancias, situaciones, ni siquiera figuras; anduvo, digamos, a ciegas durante dos meses. Todos los pacientes descritos en la literatura sobre el tema encontraron, tras la operación, dificultades para percibir el espacio y la distancia que se prolongaron meses o años. Oliver Sacks (Un antropólogo en Marte, ed. Anagrama) presenta varios testimonios. Tres pacientes, nacidos ciegos, fueron operados aproximadamente a los 50 años. Uno de ellos, al poco tiempo, fue llevado por su neurólogo al Museo de la Ciencia de Londres para que viera una magnífica colección. Ante una pieza exhibida en una vitrina de cristal, fue incapaz de decir de qué se trataba: le pidieron al guardia del museo que abriera la vitrina y se le permitió al paciente tocar la pieza; la recorrió ávidamente con los dedos, cerrando los ojos. Entonces retrocedió un poco, abrió los ojos y dijo: “Ahora que la he tocado, puedo verla”.

Otro paciente, citado por Sacks, relata que, cuando le quitaron los vendajes, oyó una voz: se volvió hacia la fuente del sonido y vio una “mancha”. Comprendió que debía de ser una cara. No habría sabido que era una cara de no haber oído previamente la voz y de no haber sabido que las voces procedían de las caras. Durante esas primeras semanas siguientes a la operación, no percibía la profundidad ni la distancia; las luces de las calles eran manchas luminosas pegadas a los cristales de las ventanas, y los pasillos del hospital, agujeros negros. Este paciente decía que, antes de la operación, tenía una idea completamente distinta del espacio; sabía que un objeto podía ocupar sólo un lugar identificable al tacto. Sabía también que si al andar había un obstáculo, como un escalón, se presentaba después de cierto período de tiempo, al cual él estaba acostumbrado: tras la operación, aun después de muchos meses, ya no pudo coordinar las sensaciones visuales con la velocidad de su paso. Le resultaba muy difícil coordinar su visión con el tiempo necesario para cubrir la distancia; si el paso era demasiado lento o demasiado rápido, tropezaba.

Otro paciente dijo que andar sin su bastón lo confundía, pues su apreciación del espacio y la distancia era incierta e inestable. A veces las superficies u objetos le parecían amenazantes, como si estuvieran encima de él, cuando de hecho se hallaban a bastante distancia; a veces lo confundía su propia sombra (toda la noción de sombras, de objetos bloqueando la luz, lo dejaba perplejo) y se detenía o daba un traspié o intentaba pasar por encima de la sombra. Las escaleras eran particularmente riesgosas, ya que sólo veía una confusa superficie plana de líneas paralelas y líneas que se entrecruzaban: no podía verlas como objetos sólidos que subían o bajaban en un espacio tridimensional.

Estos pacientes, al principio, habían sido incapaces de reconocer visualmente ninguna forma, ni siquiera algunas tan simples como el cuadrado o el círculo, que al tacto reconocían rápidamente. Tocar un cuadrado no se correspondía en absoluto con ver un cuadrado. Esa fue la respuesta a la pregunta de Molyneux.

El neurobiólogo Juan Cuatrecasas (El hombre, animal óptico, Eudeba) define al hombre como un animal geométrico; sostiene que la función visual, la proyección de las imágenes, es el soporte de nuestro pensamiento; nuestra mentalidad se basa en la óptica. Y advierte que esta función también está presente en los ciegos. Respecto del ciego de nacimiento, sostiene que sólo carece de referentes externos tales como la visión de los colores, que es al fin y al cabo un hecho secundario, un fenómeno de matización de las imágenes que no resulta indispensable para su percepción. Y para imaginar no resulta necesaria la experiencia retiniana, ya que la elaboración de las imágenes es función de la más alta esfera sensorial óptica, autónoma con respecto al órgano de la visión.

Algunos autores, por desconocimiento de las funciones ópticas corticales y subcorticales, al confundir la fisiología ocular periférica con la psicofisiología de los centros encefálicos relacionados con la visión, sostuvieron que los ciegos no pueden concebir el mundo en forma semejante a quienes ven, porque sólo tendrían acceso al concepto de un espacio táctil derivado de las imágenes focalizadas en las yemas de los dedos. Sin embargo, la supuesta suplencia táctil del ciego sólo es parcial. Las percepciones táctiles pronto se desprenden de sus caracteres específicos, tales como presión, temperatura y movimiento, al ser centralizadas e interpretadas por el sistema nervioso para suministrar las matrices de forma y espacio que los centros corticales transforman en sensaciones espaciales.

Existe una percepción de la espacialidad a la que concurren, además de la visión, diferentes sentidos, especialmente el tacto y el sentido kinestésico, pero los sentidos no determinan por sí mismos la percepción del espacio. Los datos obtenidos a través del tacto son interpretados rápidamente para situar el objeto palpado en proyección espacial, porque el ciego, tal como aclara Lacan (Seminario 11, “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis”, Paidós. Buenos Aires), opera con la “visión geometral”, es decir, la visión situada en un espacio que no es, en su esencia, lo visual: la luz parece darnos el hilo que nos une a cada punto del objeto, pero el hilo no necesita de la luz; sólo necesita estar tenso. Por eso, el ciego puede seguir las demostraciones geométricas. Puede palpar, por ejemplo, un objeto de una altura determinada; siguiendo el hilo, aprende a distinguir con la punta de los dedos, en una superficie, una determinada configuración que reproduce la demarcación de las imágenes, exactamente, como en óptica pura imaginamos las correspondencias entre puntos en el espacio. Ya Diderot sostenía que el ciego supone un rayo de luz como un hilo elástico y delgado, o como una serie de corpúsculos que golpean nuestros ojos a una velocidad increíble, y calcula en consecuencia. En la misma época en que René Descartes inauguró la función del sujeto, se desarrolló la óptica geométrica, que está al alcance de los ciegos, ya que es asunto de demarcación del espacio, no de la vista.

El ciego puede concebir que el espacio puede percibirse a distancia y simultáneamente. Le basta con aprehender una función temporal, que es la instantaneidad. El ciego es capaz de dar cuenta, de reconstruir, imaginar, todo cuanto del espacio nos procura la visión. Esto nos permite vislumbrar cómo el sujeto, no importa si es ciego, está atrapado, capturado en el campo de la visión.

Diderot narró su diálogo con una joven ciega:

“Señorita, imagine un cubo”.

“Bien.”

“Imagine un punto en el centro del cubo.”

“Ya está.”

“Trace líneas rectas desde ese punto a los ángulos; entonces, habrá dividido el cubo…”

“…En seis pirámides iguales –agregó por sí misma–, cada una de ellas con las mismas caras, la base del cubo y la mitad de su altura.”

“Es cierto, pero ¿cómo lo vio?”

“En mi cabeza, como usted.”

* Extractado de una serie de trabajos aparecidos en la revista Psyché Navegante

La nómina de mi padre

La nómina de mi padre en diciembre de 1979 era de 38.000 pesetas. Él trabajaba como peón en una obra. En ese mismo momento le ofrecieron comprar una casa. Le pedían un total de 500.000 pesetas por ella.

Decidió no arriesgar y continuar viviendo en régimen de alquiler, en unas condiciones muy buenas. Se trataba de una casa modesta pero muy bien ubicada, en pleno centro de un pueblo cercano a Barcelona. A los pocos meses mi padre y mi madre compraron un terreno en otro pueblo de la misma provincia y en menos de cinco años de esfuerzo ya habían levantado y pagado una vivienda de 120m2.

Han pasado 27 años. En 2006 y en el mismo pueblo donde viven, un piso modesto de 75m2 a las afueras no se encuentra por menos de 35 millones de pesetas, y estoy siendo muy generoso. En el año 1979 el coste de un piso era del orden de 14 mensualidades de un peón de obra 38.000 pts/mes x 14 meses = 532.000 pts.

El sueldo en 2006 de un universitario recién titulado en ingeniería informática sin experiencia profesional no llega a las 200.000 pesetas mensuales. En el año 2006 una vivienda modesta cuesta 175 mensualidades (14 anualidades!!!!) de un ingeniero informático. 200.000 pts/mes x 175 meses= 35.000.000 pts Los jóvenes de hoy necesitaríamos cobrar 2,5 millones de pesetas mensuales para estar en igualdad de condiciones con nuestros padres que compraron una vivienda a principios de los años 80. (2.500.000 pts/mes x 14 meses = 35 Mill. de pts)

Los pisos en el año 2006 deberían costar 2,8 millones de pesetas para que los jóvenes de hoy estemos en igualdad de condiciones con nuestros padres en 1979. 200.000 pts/mes x 14 meses = 2.800.000 pts No encuentro adjetivo alguno en el año 2006 para calificar lo que mi padre considería arriesgado en 1979. Está claro que los pisos no van a pasar a costar de la noche a la
mañana 30 veces menos, de 35 a 3 millones. También está claro que no voy a cobrar 2,5 millones de pesetas mensuales, por muy buen trabajo que encuentre y por muchos estudios que tenga. Lo primero que se le ocurre a uno es seguir viviendo en casa de sus padres y ahorrar el 100% del sueldo durante los próximos 14 años, para el año 2020 (yo rondaré ya los 40 años de edad) tendré el dinero suficiente para comprar una vivienda al coste del año 2006 pero, por supuesto, no al coste del año 2020.

Evidentemente esta ocurrencia la desecha uno antes de hacer cualquier cálculo.

Aunque un joven bienintencionado consiga ahorrar 2, 4 o 6 millones con mucho esfuerzo en pocos años, a día de hoy nunca podrían evitar:

1. Pedir un préstamo al banco a 40 o 50 años (si consigues ahorrar 2, 4 o 6 millones puedes reducir el período a 35 – 45 años, pero 5 años no suponen prácticamente nada cuando estamos hablando de medio siglo de pago). Te darás cuenta de que no vives en una democracia sino en una dictadura. El dictador no se llama Francisco Franco o Fidel Castro sino La Caixa, BSCH, Banc de Sabadell o, en general, «la banca». Ni siquiera tendrás la libertad de decir lo que piensas a, por ejemplo, tu jefe, no vaya a ser que cierre el grifo y no puedas pagar al dictador.

2. La otra solución es pagar un alquiler de por vida. En este caso el dictador se llamará Juan García, José Pérez o Pablo el arrendador. La situación no es distinta a (1)

Después de esta reflexión ten la delicadeza de no decir a un joven que su problema es que no ahorra, eso fue válido para ti en 1979, incluso era válido para algunos jóvenes en 1999, pero no en 2006, en 2006 sólo consigues cargar con más impotencia, si cabe, al muchacho. El esfuerzo de nuestros padres, sin duda alguna admirable, no era estéril (podían obtener una vivienda de propiedad en un período de 5 años). El mismo esfuerzo realizado por nosotros, los hijos, sólo llega para quizá reducir en 5 años una hipoteca de medio siglo.

La vivienda nunca fue un objeto para enriquecerse, sino para vivir y es de lo poco material que sí necesitamos. La ley del libre mercado puede establecer el precio de los televisores de plasma al precio que quiera… yo no los compraré… pero nunca tuvimos que permitir que esa misma ley fijara el precio de la vivienda, porque todos necesitamos vivir en una y no todos podemos pagarla. Los jóvenes, incluso aquellos que tenemos estudios superiores, no podemos competir».

Forges, ELPAIS, 2/5/2006

*Después de la primera sentada por una vivienda digna se han convocado muchas otras, todas ellas desorganizadas y disgregadas en unas pocas ciudades. Este es un problema de nivel nacional, es por eso que se convoca una Macro-Manifestación, no una macro-sentada, para el SABADO 23 DE DICIEMBRE A LAS 17:00 HORAS, se convoca con tanta antelación para que se difunda lo máximo posible, se ruega a todo el que reciba este mensaje que lo difunda de todas las formas que se le ocurran, panfletos, mails, foros de internet, cartas a los medios de comunicación, a todo tipo de asociaciones.

COMO SE REALIZARÁ:Esta manifestación se hará en forma de marcha cortando el tráfico por las principales calles de España ya que ha quedado claro que las simples sentadas no son atendidas, aunque nunca se abandonará el espíritu pacífico con el que esta iniciativa ha nacido. Si la policía detiene la marcha, se volverá al punto inicial pacificamente, sin enfrentamientos, y se
esperará a que se pueda reanudar, en el caso de no poder hacerse, se convertirá en una sentada más pero se habrá llamado más la atención. Debido a las fechas navideñas de la MACRO-MANIFESTACIóN el eslogan principal «No podemos volver a casa por navidad porque todavía no nos hemos marchado de ella.»

www.viviendadigna.es